
Siempre me llamaron la atención esas pálidas caritas mostrando su relieve sobre una concha de color almendrado. Pero no fue hasta que me casé y mi suegra me regaló un increíble juego de pendientes y broche, perteneciente a su familia desde 1860, cuando pude realmente apreciar en mi mano la belleza de estas piezas. Este (más…)