Publicado el Deja un comentario

¿Quién fue Mata Hari?

mata hari

La historia de Mata Hari (1876-1917) es la crónica de una mentira. Eso sí, una mentira bien elaborada y magistralmente adornada que consiguió traer de cabeza a media Europa en plena contienda mundial. Esta  gran impostora holandesa, llamada realmente Margaretha Geertruida Zelle, fue en realidad una cuentista desde su juventud. Ni era bailarina, ni de origen hindú y mucho menos poseía formación como espía.

Sus virtudes, eso sí, saltaban a la vista para la mayoría de hombres a los que conquistó en su meteórica carrera. Quizás, como escritora de ficción hubiera llegado a ser una anciana aclamada por sus lectores, pero la realidad es que un pelotón de fusilamiento se la llevó por delante a los 41 años. En ese momento, ella ya era un mito. Obsesionada con los militares, suya es la frase: “Prefiero ser la amante de un oficial pobre que de un banquero rico”.

mata-hari

Su bautizo como Mata Hari tuvo lugar en París, cómo no. Llegó a la ciudad de la luz –eso sí es cierto–, procedente de las Indias Orientales holandesas, donde había residido un tiempo tras casarse a los dieciocho años con un oficial destinado allí. Un matrimonio que le sirvió de trampolín y supuso la primera piedra de una monumental catedral de falsedades.

fotos mata-hari

En 1902, abandonó al esposo y a una hija y regresó a Europa con la idea de triunfar en París con su nueva identidad de hindú y el nombre de Mata Hari  –ojo del día–.  Los parisinos pronto quedaron encantados con esa exótica y sensual morena que siempre se contoneaba dejando a la vista un hermoso cuerpo. Tuvo numerosos protectores y contratos en diferentes ciudades europeas, pero la Gran Guerra estalló y sorprendió a la holandesa en Berlín. Allí era la amante del jefe de policía de la ciudad, y poco después se convirtió en la amante del cónsul alemán en Ámsterdam, el mismísimo jefe del espionaje…

mata-hari

Fue él quien pensó en Mata Hari para que sonsacase información a los militares franceses. Se convertía así en la agente H-21. Era una mujer tan ambiciosa que no dudó en jugársela haciendo de agente doble. Se dice que en París se ofreció directamente al capitán Ledoux, quien servía al frente del servicio de espionaje galo. Este, consciente de la fama de la mujer, accede pero manteniéndola muy vigilada.

Otras versiones sostienen que ella en realidad fue a verle para solicitar un salvoconducto para viajar a otra ciudad a ver a un amante, y que en esa entrevista, el francés le ofreció que se convirtiera en espía para ellos. Comienzan sus mayores aventuras de alcoba con numerosos oficiales de distintas nacionalidades. La tela de araña que construía Mata Hari con cada militar con el que iniciaba un romance pronto la atrapó. Fue detenida e interrogada. Al parecer, es ahí cuando pronunció su ya famosa –y es de suponer que verdadera – frase: “¿Una ramera? Sí, pero una traidora, ¡jamás!”.

mata-hari

Mata Hari: muerte

Acusada de alta traición por los franceses, fue sentenciada a muerte, a pesar de que nunca hubo pruebas concluyentes de su delito. El 15 de octubre de 1917 era fusilada. No permitió que le vendaran los ojos, así que pudo mirar a los ojos de los oficiales por última vez. Dicen que incluso les lanzó un último y provocador beso. Nadie reclamó su cadáver. Una gran ironía para una mujer cuyo cuerpo había sido tan idolatrado en vida. Greta Garbo la popularizó en el cine durante la década de los treinta.

quien fue mata hari

Texto @Esther Ginés

Imágenes: @María López-Linares Vintage Photography y @wikipedia

Publicado el 5 comentarios

Anita Delgado: la malagueña que llegó a ser princesa de Kapurthala

Comienzos del siglo XX. Un poderoso miembro de la realeza conoce a una joven de belleza magnética pero modestos orígenes, y queda prendado de ella. Sin apenas dudarlo, le propone matrimonio. Es una historia que ha sido narrada infinidad de ocasiones en distintos formatos, pero en el caso de Anita Delgado (Málaga, 1890-Madrid, 1962), esta historia no tiene nada de ficción, sino que es el resumen de su interesante vida.

En plena juventud, dejó el mundo de los cuplés en la noche madrileña –ciudad a la que se había trasladado junto a su familia, huyendo de un futuro incierto en su Málaga natal–  para casarse con el maharajá de Kapurthala. Anita era una cupletista que se ganaba la vida trabajando con su hermana. Ambas formaban el dúo las Hermanas Camelias, y se dice que hasta el pintor Julio Romero de Torres insistió en retratarla, a lo que ella se negó.

Apenas contaba dieciséis años, pero pronto su vida iba a dar un giro radical. Con motivo de las celebraciones por la boda del rey Alfonso XIII, de camino al Palacio Real el rajá Jagatjit Singh de Kapurthala reparó en Anita. Para él, tuvo que ser un auténtico amor a primera vista; según cuenta Elisa Vázquez de Gey, biógrafa de la princesa de Kapurthala, el rajá iba en un impresionante carruaje, portaba numerosas joyas, turbante, y apenas desvió la mirada de la joven malagueña.

anita-delgado-mujeres-iconicas-vintage-by-lopez-linares2

Pocos días después, uno de sus asistentes se presentó ante Anita con una propuesta de matrimonio. El rajá, cautivado por su belleza, no dudaba en pedirle que se casara con él. Le planteaba en su misiva que se desplazase a París junto a su familia para organizar la boda.

Ella aceptó. La capital gala, escenario de película, se convertía así en parte de esta fascinante y casi inverosímil historia. Fue en la Ciudad de la Luz donde se casaron por lo civil, antes de trasladarse a Bombay, el viaje más decisivo de su vida. Poco pareció importarle a Anita que el Rajá ya tuviera otras mujeres y varios hijos, o el hecho de renunciar a sus raíces y empezar de nuevo en un país tan diferente al suyo.

Tras su boda, se convirtió oficialmente en la esposa del Maharajá de Kapurthala. El matrimonio, que viajaba con cierta frecuencia a Europa, despertaba siempre la curiosidad de los fotógrafos. Anita fue madre de un niño, Ajit, y llevaba una vida de recepciones, viajes y estricto protocolo. Las numerosas imágenes de esa época muestran a una elegante mujer de llamativa mirada.

anita-delgado-mujeres-iconicas-vintage-by-lopez-linares1

Durante esos años, la malagueña escribió un diario que acabaría publicándose: Impresiones de mis viajes a la India. La muerte de su hermana, a la que estaba muy unida, y numerosos problemas de salud –que incluyeron un aborto y una larga convalecencia alejada de su esposo– torcieron la que parecía, a todas luces, una vida perfecta. Anita acabó separándose del Maharajá y abandonó la India, trasladándose de nuevo a Europa. Allí llevó una vida social muy agitada, relacionándose asiduamente con intelectuales y personalidades destacadas hasta que la Guerra Civil española estalló, y poco después, Europa entró en la II Guerra Mundial.

Anita rehízo su vida con Ginés Rodríguez, a quien había conocido décadas atrás en Málaga y con quien se reencontró al separarse. Junto a él pasó los últimos años de su vida, siempre con la idea de escribir sus memorias. Pero la muerte, en 1962, se lo impidió. El legado de sus escritos, fotografías, misivas y demás documentos recayó en su sobrina Victoria, quien confió en Elisa Vázquez de Gey para ser la biógrafa oficial de Anita. Su fascinante vida ha inspirado también al escritor Javier Moro, autor de la novela Pasión india. Ficción y realidad se unen por fin en la historia de esta malagueña universal.

Texto @Esther Ginés

Imágenes @María López-Linares

 

Publicado el Deja un comentario

Sarah Bernhardt: la voz de oro de Francia

sarah bernhardt

Considerada una de las mejores actrices de todos los tiempos, las inquietudes artísticas de Sarah Bernhardt (París, 1844-1923) incluyeron también las artes plásticas y la literatura. Llamada reina de la postura y princesa del ademán, era  hija de una familia judía de origen holandés y su verdadero nombre era Henriette-Rosine Bernard. Alta, muy delgada, de ojos oscuros y gran presencia sobre los escenarios, ‘la Bernhardt’ estudió interpretación en el prestigioso Conservatorio de París, pero pasó casi toda su infancia en un convento. A comienzos de la década de 1870, empezó a cosechar grandes éxitos entre crítica y público.

sarah bernhardt

Talentosa, experta en interpretar la psicología de los personajes, pronto fue apodada como la voz de oro. El público admiraba de ella su naturalidad sobre las tablas, su cultura y sus excentricidades, entre las que se encuentran viajes en globo y un ataúd forrado de terciopelo que viajaba con ella y en el que, se cuenta, solía acostarse con frecuencia. Además, en sus viajes le acompañaban numerosos animales, desde gatos hasta pájaros y tortugas.

Londres acogió su presencia en 1879 de la mano de la prestigiosa Comédie Française. Al igual que en París, obtuvo un enorme éxito. Un año después, Sarah Bernhardt montó su propia compañía, se convirtió en empresaria y emprendió la primera de sus muchas giras por Estados Unidos. Se convirtió pronto en una estrella internacional.

bernhardt sarah

Su carrera fue larga y con numerosos papeles muy alejados de su personalidad, tanto en edad como en sexo, e incluyó éxitos como su interpretación de Cordelia en Rey Lear o la desafortunada cortesana de La dama de las Camelias, de Dumas hijo. Se cuenta que cuando interpretó este papel en Viena, en el año 1889, la escena de la muerte fue tan impresionante que varias señoras del público llegaron a desmayarse.

A los 70 años, dio vida a Hamlet. Una de sus muchas virtudes fue modernizar el modo en el que se interpretaba a Shakespeare. En vez de declamar, ella recitaba el “ser o no ser” en medio de susurros, lo que supuso una innovación.

sara bernhardt

Entre sus peculiaridades estuvo el reunir fondos para los heridos de la Primera Guerra Mundial. En esa época, Sarah Bernhardt sufrió la amputación de la pierna derecha, que se había quedado malherida tras un accidente durante una obra años atrás. Aun así, insistió en visitar a los soldados en el frente; para ello, fue trasladada en una pequeña silla. A partir de ese momento, solo pudo aceptar papeles en los que no tuviera que estar de pie.

La vida le cundió tanto que escribió hasta sus memorias y publicó una novela. La muerte la sorprendió en 1923, cuando estaba preparando una nueva obra. Su belleza, su talento y su personalidad hicieron que fuera adorada por personalidades como Sigmund Freud y Oscar Wilde, y recordada como una de las mejores actrices que ha tenido Europa.

Texto_ Esther Ginés

Fotografías: María Vintage Photography

Publicado el Deja un comentario

Edith Piaf, la fuerza del gorrión de París

Quién fue Edith Piaf

Apodada por su descubridor artístico Piaf –gorrión– debido a su aspecto frágil,  Edith Giovanna Gassion fue la cantante francesa más importante del siglo pasado. Nacida en 1915 en el seno de una familia desestructurada, fue criada por su abuela, que regentaba un burdel, tras ser abandonada a corta edad por su madre. Esa infancia triste, marcada además por una ceguera temporal, se convirtió en uno de sus símbolos de identidad. La vida parecía empeñada en tratar mal a la cantante de voz trágica y temas tan desgarradores como emotivos, hoy mundialmente conocidos.

Siendo adolescente, mientras cantaba junto a su hermanastra por las calles de París, se quedó embarazada, pero su hija moriría a los dos años a consecuencia de una meningitis. Desgraciadamente, Piaf no pudo tener más hijos, hecho que supuso para ella una gran tragedia. En 1935, su suerte cambió al ser descubierta por Louis Leplée, un gerente de un cabaret de los Campos Elíseos quien, impresionado por su voz, le propuso actuar en su negocio. Él fue también quien le pondría el apodo de Piaf, por el que tiempo después sería tan conocida.

joyas de Edith Piaf

La vida comenzaba a arreglarse para la cantante de los eternos vestidos negros y las finas cejas, pero la tragedia volvió a cruzarse en su camino. Leplée fue asesinado en extrañas circunstancias que nunca llegaron a esclarecerse, y su carrera se vio truncada. Solo alguien con el tesón y el talento de Piaf podría sobreponerse a tanta desgracia; en el París de la II Guerra Mundial, sobrevivía cantando en tugurios.

Finalizada la guerra, llegaron los años en los que se convirtió en musa de artistas e intelectuales. Fue su época más gloriosa, si es que este calificativo puede aplicarse a una mujer de vida tan árida. Sus letras emocionaban y sus actuaciones no defraudaban jamás; cantaba en los más prestigiosos escenarios de Europa y América, y parte del dinero que ganaba lo invertía en ayudar a jóvenes cantantes que deseaban abrirse camino en ese mundo.

edith piaf joyas

El amor, sin embargo, no fue tan generoso como ella. Tuvo numerosos amantes poco duraderos y a muchos de ellos los alzó al estrellato, como a Yves Montand o a Charles Aznavour. El que fue considerado el gran amor de su vida, el boxeador Marcel Cerdan, murió en un accidente aéreo en 1949, hecho que la sumió en una depresión que conllevaría el inicio de su decadencia. A pesar de eso, Edith Piaf siguió cantando. En los años posteriores llegarían éxitos como La vie en rose y su aclamadísimo Non, je ne regrette rien. Además, participó en películas y obras de teatro.

El gorrión de París

El gorrión de París, con la salud cada vez más debilitada por un cáncer y con una gran adicción a la morfina, tenía en ocasiones que interrumpir sus conciertos para reposar y poder recuperarse. Pero siempre conseguía batir sus alas de nuevo. Sus últimas fuerzas las destinó a casarse en 1962, tan solo un año antes de morir, con su joven peluquero. Su maravillosa voz, su personalidad excepcional y su compleja y atormentada vida resultan tan fascinantes que en 2007 su historia fue llevada al cine. La vida en rosa fue protagonizada por Marion Cotillard, quien obtuvo el Oscar por esta interpretación.

Edith Piaf joya

María Vintage Photography y Wikipedia.

Texto de @Esther Ginés 

Publicado el 1 comentario

Jane Goodall, una vida dedicada a la defensa de los primates

Jane Goodall

Hacer de una pasión el pilar fundamental de tu vida. Algo que pocos han logrado de manera tan brillante como la británica Jane Goodall (Londres, 1934), una de las científicas vivas más respetadas y figura emblemática por su trabajo en defensa de los chimpancés. Doctora en Etología por la Universidad de Cambridge y doctora honoris causa por más de cuarenta universidades del mundo, ha sido distinguida con más de un centenar de premios internacionales, entre ellos el Príncipe de Asturias de Investigación en el año 2003.

Jane-Goodall-mujeres-iconicas-vintage-by-lopez-linares5

Su rostro dulce y aniñado a pesar de su edad, enmarcado por el pelo cano recogido en una casi eterna coleta, es casi tan característico como el peluche con el que siempre es fotografiada y que lleva en todas sus conferencias. Y es que su figura está estrechamente ligada a la de estos primates, por los cuales sintió verdadera devoción desde su infancia, desarrollada en Inglaterra. Con poco más de veinte años viajaba a Kenia para estudiar con un prestigioso antropólogo, dando comienzo a una brillante carrera profesional y personal que incluye más de una veintena de libros, exhaustivos artículos, documentales y una pionera investigación de campo sobre la vida de los chimpancés salvajes en Tanzania que abarca casi cincuenta años.

Jane-Goodall-mujeres-iconicas-vintage-by-lopez-linares1

 

Gracias a su capacidad de observación y a su empatía con estos animales, hoy en día se sabe mucho más sobre sus fascinantes rutinas de comportamiento y sobre todo lo que compartimos con ellos. Sus estudios desarrollados en África son tan relevantes que supusieron una auténtica revolución en el campo de la biología. Además de defender a estos animales, la naturalista británica siempre ha promovido que llevemos una existencia más sostenible y que se respete a todas las especies, luchando por lograr un cambio en la conciencia de las personas.

Convertida en un referente para los primatólogos, Goodall fundó a finales de los setenta el instituto que lleva su nombre, una organización global sin ánimo de lucro a través de la cual se investiga, se difunde y se protege el universo de los chimpancés, pero también de otros seres vivos. Profundamente crítica siempre que se le pregunta al respecto de su confianza en la humanidad, con la que se muestra bastante desencantada –aunque afirma confiar en el poder de las nuevas generaciones–, Goodall sigue a sus ochenta años muy involucrada en su defensa de las causas naturales.

Jane-Goodall-mujeres-iconicas-vintage-by-lopez-linares2

 

Un claro ejemplo de ello es el documental sobre su vida y obra, El viaje de Jane, en el que se comprueba que la energía y la pasión son dos rasgos que no parecen abandonar a esta británica, todo un ejemplo de entrega absoluta a un sueño. De su experiencia de casi sesenta años en defensa de la naturaleza nos queda, como un preciado legado, su acertada reflexión: “Si somos la criatura más inteligente que ha pisado el planeta, ¿cómo es posible que estemos destruyéndolo?”

Fotografías: María Vintage Photography

Texto de @Esther Ginés 

Os dejo un vídeo súper emotivo en el que se ve a Jane Goodall en plena acción.

www.youtube.com

 

Publicado el Deja un comentario

Simonetta Vespucci, musa de Botticelli

simonetta vespucci musa boticcelli

Muchos no sabrán el nombre de la musa que inspiró esa pintura, pero la imagen de la Venus de Sandro Botticelli es una de las primeras que nos vienen a la cabeza si pensamos en el universo pictórico del Renacimiento. Su cabello dorado y largo, su nívea piel y esa hermosa mirada triste y virginal cautivaron a muchos hombres de la Florencia del siglo XV, pero sería el pintor Sandro Botticelli quien la inmortalizaría al convertir a Simonetta Vespucci en su musa.

La musa Renacentista

Simonetta –de soltera su apellido era Cattaneo–  era hija de un noble genovés y contrajo matrimonio con tan sólo dieciséis años con un vecino del propio pintor, un hombre procedente de una familia de posición acomodada quien al parecer se quedó prendado de ella nada más verla.

Se dice que su hermoso porte y su equilibrada belleza merecieron la alabancia de los poderosos Médici, mecenas de numerosos artistas, y los historiadores del arte la señalan casi sin discusión como la mujer más hermosa de todo el Renacimiento. Si no lo fue, al menos no se puede negar que se convertiría por méritos propios en la mujer más representativa de ese periodo.

simonetta vespucci musa boticcelli

Simonetta Vespucci, musa de Venus

Su imagen, además, va siempre ligada a una triste y a la par intensa historia de amor digna de una tragedia de Shakespeare. El pintor cuatrocentista se obsesionó hasta tal punto por ella que la retrató en la que sería una de sus obras cumbres, El nacimiento de Venus (1484), que terminó casi diez años después de la muerte de la joven, como si de un homenaje póstumo se tratase.

Simonetta la bella, como era popularmente conocida, también protagoniza el cuadro Venus y Marte, y en general, todas las mujeres retratadas por el maestro italiano guardan un enorme parecido con la dama.

Musa Venus simonetta vespucci

Mucho se ha especulado con la idea de que se tratara de un amor sólo factible a través de la pintura, una suerte de amor platónico por parte del artista. Simonetta, además de estar casada, falleció con tan sólo 23 años víctima de una tuberculosis, y Botticelli –que jamás se casó, mientras que el esposo de ella volvió a contraer matrimonio–  pidió ser enterrado a los pies del sepulcro de su amada, en la iglesia de Todos los santos de Florencia; allí yacen sus restos desde 1510, pegados a los de la noble.

La vida de Simonetta, a pesar de la admiración que provocaba y de las atenciones que mereció, fue triste. El tiempo no fue capaz de marchitar su belleza de ninfa, su hermosura virginal y llena de dulzura, porque la enfermedad se la llevó mucho antes de lo que nadie podía imaginar. Botticelli se encargó durante el resto de su vida de que el olvido no se adueñara de ella y la convirtió en una musa universal del Renacimiento, una musa que hoy sigue siendo admirada.

Imágenes:

María Vintage Photography y Wikipedia.

Texto de @Esther Ginés

Publicado el Deja un comentario

Virginia Woolf: la escritura en constante batalla con la enfermedad mental

De la mano de la actriz Nicole Kidman, el cine nos acercó hace años la compleja figura de una mujer adelantada a su época: la británica Virginia Woolf (1882-1941). Novelista, ensayista, editora y activa feminista, fue también una de las figuras más representativas del Londres literario de comienzos del siglo XX. En la actualidad, está considerada una de las escritoras de mayor calidad técnica de esa época y una de las más innovadoras.

virginia woolf- vintage by lopez linares2

Criada en el seno de una familia bien educada y relacionada con el mundo cultural, a Virginia Woolf le debemos la conocida frase: “Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción”. A pesar de su origen acomodado, la vida de la autora de Orlando no fue precisamente fácil, ya que estuvo marcada desde la juventud por la enfermedad mental. La muerte de sus progenitores, especialmente la de su padre, que era también un hombre muy cultivado, marcó el comienzo de unas crisis nerviosas y una depresión que acompañarían a la escritora de por vida, conduciéndola al suicidio años después.

virginia-woolf-vintage-by-lopez-linares1

Virginia Woolf sufrió siempre un trastorno bipolar, pero la rígida moral de la época impedía que incluso en sus textos autobiográficos hablase claramente de estos episodios mentales. Sin embargo, tuvo la fortaleza necesaria para que la enfermedad no le impidiera renunciar a su vocación literaria. Solo su decisión de suicidarse acabó con una brillante trayectoria, una carrera de la que no se puede excluir a su esposo, Leonard Woolf –Virginia se apellidaba Stephen de soltera y tomó el apellido de su marido–. Economista y escritor, y miembro como ella del conocido grupo Bloomsbury, se casó con él a los treinta años y siempre compartieron una gran afinidad. Juntos fundaron una editorial que publicó, entre otros, a autores como Sigmund Freud o T.S. Eliot.

virginia woolf- vintage by lopez linares5

En 1941, con Europa en plena contienda, Virginia Woolf se suicidó lanzándose al río Ouse. En su emotiva carta de despedida demostró la lealtad a su marido, a quien le decía: “Tú me has dado la máxima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podría ser. Creo que dos personas no pueden ser más felices hasta que vino esta terrible enfermedad. No puedo luchar más (…). Si alguien podía haberme salvado habrías sido tú. Todo lo he perdido excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante más tiempo. No creo que dos personas pudieran ser más felices que lo que hemos sido tú y yo”.

A pesar de su importante actividad literaria y de su presencia en el mundo cultural, tras su muerte la obra de Virginia Woolf se difuminó hasta que en los años setenta el movimiento feminista rescató sus ideas inconformistas sobre la situación de la mujer en un mundo dominado por los hombres. Fue en ese momento cuando resurgió la obra de la que hoy es considerada una de las grandes novelistas en lengua inglesa. Comprometida con su tiempo y con otras personas que, como ella, adoraban la palabra escrita, Virginia Woolf es todo un ejemplo de superación y nos legó una interesante obra en la que ficción y  ensayo están a la altura en calidad.

virginia-woolf-vintage-by-lopez-linares2

Artículo escrito por @Esther Ginés

Fotografias

@MaríaVintagePhotography

@Pinterest

Publicado el Deja un comentario

Marie Curie: brillar en tiempos de hombres

Nació en Polonia en el seno de una familia muy humilde, pero sería Francia el país que muy pronto se cruzaría en su camino para marcar una vida digna de estudio, no solo por la impresionante parte científica, sino por la valentía y la capacidad de sacrificio, dos cualidades de las que Marie Curie hizo gala durante su compleja vida.

Nacida en 1867, fue pionera en tantos frentes que solamente citar algunos de ellos bastan para que uno se haga a la idea de la grandeza de esta mujer, la primera en recibir no solo un Premio Nobel, sino dos; la primera en licenciarse en Ciencias en La Sorbona, la primera en tener una cátedra y en ser enterrada por sus propios méritos en el Panteón de Hombres Ilustres de París.

marie-curie-mujeres-iconicas-vintage-by-lopez-linares

Una persona fascinante, maravillosa, que luchó por tener su propio camino en una época en la que las mujeres no podían hacerlo. Vivió en una sociedad, por más avanzada que fuese la gala en esa época, en la que tanto las funciones intelectuales como las responsabilidades públicas pertenecían únicamente al género masculino, pero eso no fue un impedimento: luchó por demostrar su valía con la paciencia del que sabe que antes o después logrará lo que se proponga.

Marya Skłodowska, Marie Curie, a pesar del aspecto siempre austero y algo frío que reflejan las imágenes que se conservan de ella, fue una mujer apasionada, tanto por su vocación científica como por su esposo, Pierre Curie.

marie-curie-mujeres-iconicas-vintage-by-lopez-linares4

Lo conoció a los veintisiete años, cuando ya se había licenciado en Física con el número uno de su promoción y ya se hacía llamar Marie. En él encontró lo que cualquiera definiría como su media naranja, un compañero en la ciencia y en el amor con quien tuvo dos hijas y junto al que desarrolló una carrera que, injustamente, se vio truncada a los once años de casados, cuando él murió atropellado por un coche de caballos.

Ambos eran científicos, sí, pero también humanistas, dos personas profundamente concienciadas por la problemática social.  Marie se sumió en una profunda tristeza, pero supo vivir más allá del dolor constante de la pérdida de su esposo, de alguna manera supo reinventarse y sacar adelante a sus hijas. También en esto fue una persona ejemplar: Irène, la mayor del matrimonio, ganó un Nobel de química, aunque falleció a la temprana edad de cincuenta y nueve años, como consecuencia de las radiaciones.

Igualmente, a Marie Curie le pasaría factura toda una vida dedicada al radio. Era un precio que ella estuvo dispuesta a pagar. Durante décadas, vivió acosada por una enorme fatiga, era una mujer débil con solo sesenta años.

marie-curie-mujeres-iconicas-vintage-by-lopez-linares2

A pesar de ser experta en la materia, ni ella ni su esposo supieron ver el peligro al que se enfrentaban con sus experimentos. Y ese peligro acabó haciéndose tan presente que en 1934, a los sesenta y siete años de edad, fallecía en París.

Dejaba para la posteridad sus descubrimientos, sus galardones y, sobre todo, su espíritu voluntarioso. El de una mujer que supo llegar mucho más lejos de lo que la sociedad de ese momento estaba dispuesta a permitirle. Una mujer para quien nunca existieron los límites, y que merece ser recordada tanto por su contribución a la ciencia como por su valentía.

Artículo escrito por @Esther Ginés

Fotografias

@MaríaVintagePhotography

@Pinterest

Publicado el 6 comentarios

Frida Kahlo: la voluntad frente a las adversidades de la vida

Frida Kahlo

Supo reinventarse a sí misma después de un trágico accidente que marcó tanto su adolescencia como el resto de su vida, algo que ya justificaría que muchos la admirasen por su valentía. Sin embargo, la artista mexicana Frida Kahlo (1907-1954) fue mucho más que una luchadora, y a día de hoy está considerada una de las mujeres más relevantes de todo el siglo XX.

Interesante, cercana y muy independiente, la tercera esposa del pintor Diego Rivera fue una de las pioneras en lo que a emancipación de la mujer se refiere. Durante años, muchos la vieron solo como la compañera sentimental del gran muralista mexicano, pero sus más de doscientas obras han dejado una huella imborrable en sus coetáneos y en las generaciones posteriores.

informacion sobre frida kahlo

Su anhelo por ser independiente de Diego Rivera –con quien mantuvo una compleja relación–, tanto económica como profesionalmente, es el reflejo de su innata condición de artista. Por supuesto, Rivera y su concepción del arte influyeron mucho a Frida, pero los estudiosos de su figura coinciden en señalar que sin él, su obra hubiera llegado a brillar con la misma luz.

De padre alemán, Frida tuvo una existencia complicada, marcada por el dolor provocado por el accidente que la mantuvo en cama durante largos periodos y que la obligó a pasar por el quirófano numerosas veces, y por su deseo de analizarse a sí misma a través de su arte. No llegó a cumplir los cincuenta años, pero la vida que tanto la martirizó también permitió que disfrutase de intensas relaciones humanas –especialmente sentimentales– y que fuera testigo de una de las épocas culturales y políticas más relevantes de toda la Historia.

como era frida kahlo

Compartió vivencias con figuras como Picasso, André Breton o Trotski, hombres que la admiraban por el magnetismo que irradiaba; fue fotografiada en incontables ocasiones, casi siempre acompañada por sus animales, a los que amaba apasionadamente, y vistiendo sus conocidos trajes indígenas, con los que demostraba su gran amor por México; su arte es hoy universal y su obra, de fuerte contenido autobiográfico, ha recorrido los mejores museos del mundo.

En pleno siglo XXI, Frida Kahlo es un icono, no solo pictórico, sino humano, a diferencia de Diego Rivera, cuya influencia sigue siendo fundamentalmente artística y política. Pocas obras dicen tanto de la vida de una persona como los cuadros de la mexicana.

pendientes frida kahlo

Adentrarse en sus autorretratos es casi como leer su fascinante biografía. El accidente en el que antes de los veinte años se partió la columna por tres partes hubiera acabado con las ganas de vivir de muchas personas, pero ella decidió sobreponerse. “Intenté ahogar mis dolores, pero ellos aprendieron a nadar”, dejó escrito esta mujer que remó durante su corta existencia contra la adversidad.

Artículo escrito por @Esther Ginés

Fotografias

@MaríaVintagePhotography

@Pinterest

Publicado el 4 comentarios

Karen Blixen: la fuerza de una mujer escondida bajo el seudónimo de un hombre

Más conocida como Isak Dinesen, el seudónimo masculino bajo el cual publicó la mayoría de sus textos, la escritora danesa Karen Blixen (1885-1962) fue una mujer de vida fascinante y de pluma prolífera. Hemingway, que era más bien poco dado a los halagos, dijo que se hubiera sentido feliz si el Nobel de Literatura se lo hubieran dado a ella.

Karen Blixen tuvo una granja en África, al pie de las colinas de Ngong, eso como saben lo popularizó de maravilla la película de Sydney Pollack durante la década de los 80. Fracasó sentimental y personalmente en esas tierras que tanto amó y en las que cultivó café, pero su fuerte voluntad logró que se repusiera y, de vuelta a su país de origen en los difíciles años 30, comenzase a publicar con diversos seudónimos masculinos.

No eran buenos años para que las mujeres brillaran con luz propia, y de alguna manera la aristócrata lo aceptó. Afortunadamente, el tiempo pone a cada uno en su lugar, y a día de hoy es considerada una mujer de gran valía y una notable narradora.

mujeres-iconicas-karin-blixen-vintage-by-lopez-linares (2)

Sus recuerdos de África son lo que mejor nos ha llegado, acaso demasiado idealizados o barnizados de excesivo romanticismo –el cine, de nuevo, se ha encargado de ello–, pero la baronesa fue además una magnífica cuentista, no sólo plasmando historias en el papel, sino que era de las que narraba a viva voz en los eventos sociales a los que acudía.

Dejaba a todos fascinados por su fragilidad física, sus turbantes y sus ojos maquillados con kohl negro, así como por las leyendas que circulaban sobre ella. Se decía que se alimentaba de ostras y de champagne, aunque ella defendía que solo tomaba aquello que le sentaba bien a su cuerpo. “Soy vieja y como lo que quiero”, sostenía.

Enferma de sífilis desde su matrimonio con el barón Bror Blixen-Finecke, no pudo tener hijos y llevó una vida en la que la imaginación y la literatura tuvieron un gran peso. Gran amante de Shakespeare, confesaba que su libro favorito eran Las mil y una noches, y como buena soñadora, mantuvo la esperanza de regresar a Nairobi, pero la Segunda Guerra Mundial truncó ese anhelo.

mujeres-iconicas-karin-blixen-vintage-by-lopez-linares-(4)

Quizás, la fortaleza de su espíritu radica en su escasa fortuna en el amor: su matrimonio hizo pronto aguas por las infidelidades de él y su intensa relación con el británico Denys Finch Hatton se vio truncada por la muerte de este en un accidente de aviación.

El estilo de Karen Blixen no se asemeja al de otros autores coetáneos, tal vez porque sus orígenes escandinavos fueron moldeados por las experiencias en el continente africano. El peso del pasado, tanto en su vida como en su obra, es una de las claves para entenderla.

Su interesante correspondencia, publicada en español hace unos años, contiene cartas a su fiel sirviente en Kenia; en ellas le expresaba lo mucho que lo hubiera gustado regresar a su casa para hablar con él de los viejos tiempos, esos tiempos en los que tenía una granja en la lejana Kenia.

mujeres-iconicas-karin-blixen-vintage-by-lopez-linares-(5)Artículo escrito por @esther Ginés

Fotografias

@MaríaVintagePhotography

@Pinterest