¡Hola a todos los amantes de la joyería y el arte! Hoy queremos llevaros en un viaje fascinante por el mundo de la joyería Art Nouveau. Un estilo que, sin duda, ha dejado una huella imborrable en la historia del diseño. Vamos a descubrir cómo nació este movimiento, sus características distintivas y el significado que tuvo en su época.
El Nacimiento del Art Nouveau
El Art Nouveau, también conocido como Modernismo, es un estilo artístico que surgió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, aproximadamente entre 1890 y 1910. Este movimiento tiene sus raíces en Europa. Con influencias que se expandieron desde Francia y Bélgica hasta otros países como España, Austria y Alemania. Nació como una respuesta a la rigidez del academicismo y a la industrialización, buscando crear un arte nuevo, dinámico y más conectado con la naturaleza.
Un Estilo que Va Más Allá de la Joyería
El Art Nouveau no se limitó a la joyería. Sino que influyó en una amplia gama de objetos decorativos, como muebles, vidrieras, cerámica, textiles y arquitectura. Este estilo se caracteriza por el uso de líneas curvas, asimetría, y motivos inspirados en la naturaleza, como flores, hojas, insectos y figuras femeninas estilizadas. El objetivo era romper con las formas tradicionales y crear un arte total, donde todos los aspectos de la vida estuvieran impregnados de belleza y armonía.
Las joyas Art Nouveau se destacan por su diseño orgánico y fluido. Se utilizaban materiales como el oro, la plata, esmaltes, perlas, piedras preciosas y semipreciosas. Y se aplicaban técnicas como el esmalte cloisonné y el uso de opalescencia en las piedras. Los motivos naturales eran una constante: flores exóticas, animales, mariposas y libélulas eran comunes, así como la figura femenina, a menudo representada como una ninfa o una musa. Estas joyas no solo eran adornos, sino verdaderas obras de arte que reflejaban la naturaleza y la fantasía.
El Significado de la Joyería Art Nouveau
Este estilo de joyería no solo era un accesorio, sino una declaración artística. En una época de grandes cambios sociales y tecnológicos, el Art Nouveau representaba un anhelo por la conexión con la naturaleza y lo espiritual. En contraposición al avance de la industrialización. Las joyas se convirtieron en un medio para expresar individualidad y originalidad, rompiendo con los diseños más rígidos y clásicos del pasado.
Joyeros Icónicos del Art Nouveau
Entre los joyeros más destacados de este movimiento se encuentran René Lalique, Georges Fouquet, Louis Comfort Tiffany y Philippe Wolfers. René Lalique es quizás el más famoso, conocido por sus innovadores diseños que combinaban materiales como el vidrio con metales preciosos y esmalte. Lalique se destacó por sus piezas que incorporaban elementos naturales y figuras femeninas, convirtiéndose en uno de los nombres más asociados con el Art Nouveau.
Las Joyas Más Famosas de la Época
Algunas de las joyas más icónicas de la época Art Nouveau incluyen la famosa “Libélula” de René Lalique. Esta combina esmalte, ópalos y diamantes, creando una obra maestra de diseño y técnica. Otro ejemplo destacado es el broche “Pavonia” de Louis Comfort Tiffany. Que presenta un pavo real en todo su esplendor, con plumas elaboradas en esmalte y piedras preciosas, representando la belleza y el lujo del estilo.
René Lalique. Imagen: Instituto Gemológico Español
Curiosidades de la Joyería Art Nouveau
Una de las curiosidades de la joyería Art Nouveau es que a menudo se diseñaba no solo para ser bella, sino también para contar una historia o transmitir un sentimiento. Las piezas podían llevar símbolos de amor, fertilidad o misticismo. Además, muchas de estas joyas se creaban en ediciones limitadas o como piezas únicas. Lo que las convierte en tesoros altamente valorados por los coleccionistas de hoy en día.
Otra curiosidad es que, debido a su enfoque en la naturaleza y la fantasía, las joyas Art Nouveau a menudo incorporaban elementos raros y exóticos. Por ejemplo, piedras poco comunes o esmaltes de colores inusuales, que añadían un toque de misterio y exclusividad a cada pieza.
Vintage by López-Linares
La joyería Art Nouveau es mucho más que simple ornamentación; es una expresión de arte, naturaleza y fantasía que marcó una época de transición y modernidad. A través de sus formas orgánicas y motivos naturales, estas joyas continúan inspirando a diseñadores y joyeros hasta el día de hoy. Si alguna vez tienes la oportunidad de admirar una pieza Art Nouveau, recuerda que estás viendo algo más que una joya: estás contemplando un pedazo de historia y arte que ha trascendido el tiempo.
¡Gracias por acompañarme en este recorrido por la joyería Art Nouveau! Espero que te haya inspirado tanto como a nosotras. Te dejamos nuestra web por si quieres conocer las novedades de nuestra tienda.
Hoy volvemos a hablar de joyería, de la mano del que, para nosotras, es un gran joyero del siglo XX. Se trata de Christian Dior.
Fue después de la Segunda Guerra Mundial, que Dior fundó y estableció la casa de moda Dior, con la colección de Dior del «New Look» que revolucionó la vestimenta de las mujeres y contribuyó al restablecimiento de París como el centro del mundo de la moda. A lo largo de su vida, Dior ganó numerosos premios a los mejores diseños de vestuario y ha sido homenajeado por varios íconos contemporáneos.
Consideramos que la moda de Dior es muy conocida, por eso hoy queríamos centrarnos en su joyería.
Christian Dior.
Christian Ernest Dior (1905 – 1957) fue un diseñador de moda francés, más conocido como el fundador de una de las casas de moda más importantes del mundo, Christian Dior SE, que ahora es propiedad de la empresa matriz LVMH.
Dior nació en Granville, una ciudad costera de Normandía, Francia. Fue el segundo de cinco hijos de Maurice Dior, un rico fabricante de fertilizantes (la empresa familiar era Dior Frères), y su esposa, Madeleine Martin.
Su familia esperaba que se convirtiera en diplomático, pero Christian era una persona muy artística y deseaba involucrarse en el arte. Para ganar dinero, vendió sus bocetos de moda afuera de su casa por alrededor de 10 centavos cada uno. En 1928, Dior dejó el colegio y recibió dinero de su padre para financiar una pequeña galería de arte, donde él y un amigo vendían obras de la talla de Pablo Picasso. La galería se cerró tres años después, tras la muerte de la madre y el hermano de Dior, así como los problemas financieros durante la Gran Depresión que provocaron que su padre perdiera el control del negocio familiar.
A partir de 1937, Dior fue contratado por el diseñador de moda Robert Piguet, quien le dio la oportunidad de diseñar tres de sus colecciones. Dior diría más tarde que «Robert Piguet me enseñó las virtudes de la simplicidad a través de las cuales debe venir la verdadera elegancia». Mientras estuvo allí, Dior también tuvo la oportunidad de trabajar junto a Pierre Balmain. Más tarde, Marc Bohan le sucedió como diseñador de la casa. Años más tarde, en 1960, Marc se convertiría en el jefe de diseño de Christian Dior Paris. Dior dejó a Piguet cuando lo llamaron para el servicio militar.
En 1942, cuando Dior dejó el ejército, se unió a la casa de modas de Lucien Lelong, donde él y Balmain eran los principales diseñadores.
Historia de la joyería Dior.
Christian Dior, después de trabajar junto a Lucien Lelong en la famosa casa de moda parisina, se estableció como uno de los principales diseñadores de alta costura del siglo XX. Hizo historia al presentar la primera colección con su “New Look” en 1947. Estas líneas de ropa promocionaban hombros redondeados, cinturas estrechas y faldas largas y anchas en contraste con los hombros rectos y cuadrados vistos en décadas anteriores.
Estos nuevo looks requerían joyas actualizadas para complementar estos estilos más femeninos. Dior dejó atrás las voluminosas joyas retro de los años 40 e introdujo los diseños florales tan bien elaborados y otros motivos como los lazos. Utilizó por primera vez este tipo de joyas para acompañar sus colecciones de ropa en 1948. Dior concebía el diseño de joyas como parte integral de sus colecciones, utilizando las piezas para resaltar la innegable elegancia de sus diseños.
Eran piezas versátiles, que se lucían en chaquetas o suéteres para looks de día. Y luego nuevamente con looks más formales para noche. Si bien las piezas de pasarela estaban hechas, en gran parte, para de las colecciones de alta costura, más tarde también realizaron joyas para acompañar las líneas de prêt-à-porter.
Inicialmente, diseñó joyas de forma individual para clientas como Marilyn Monroe o Bette Davis. Pronto, las piezas de joyería se empezaron a producir bajo la licencia de Dior. Vendiéndose en tiendas exclusivas, una práctica que la casa Dior continuó tras la muerte del diseñador.
Materiales de joyería.
Las primeras piezas de joyería de Dior se realizaron con elementos de vidrio vertido, fabricados por la Casa Gripoix. Estos componentes estaban hechos a mano y eran de excelente calidad y diseño. Eran muy similares a los creados por la firma de Josette Gripoix para Chanel durante el mismo período. Algunos componentes también fueron producidos por Robert Goosens en su reverenciado taller de joyería francés. Dior también trabajó con Roger Jean-Pierre, quien tenía otra famosa casa de joyería en París. Encontrar este calibre de pieza se considera una bendición para los coleccionistas de hoy. El problema es que es bastante difícil identificarlo de forma concluyente como un diseño de Dior.
La mayoría de las joyas de Dior desde mediados de la década de 1950 en adelante fueron producidas por Henkel & Grosse, una firma alemana con la que la casa de moda firmó un acuerdo de licencia que duró décadas. Se dice que Dior trabajó una línea hecha por Schreiner de Nueva York en 1949 y que estas piezas no están marcadas como tal. Hubo colaboraciones adicionales con otros diseñadores y empresas de joyería en la década de 1950 que produjeron varias colecciones, incluidas las marcadas como Mitchell Maer para Dior y Christian Dior para Kramer.
A mediados de la década de los 50, Dior hizo una colaboración con Swarovski. Empezó a introducir en sus diseños los diamantes de imitación “aurora borealis”, que fueron una autentica revolución y tuvieron mucho alcance. Dior no solo los utilizó en su joyería, sino que también en sus diseños de moda. Años más tarde, otros innumerables negocios de joyería también incorporaron estas piedras brillantes en su trabajo.
El logotipo de CD Christian Dior.
Incluso después de que Christian Dior muriera repentinamente en 1957, la casa de moda continuó. Las joyas comercializadas bajo su marca cambiaban con cada temporada de moda. Muchos collares de pedrería elaborados datan de finales de la década de 1950, mientras que los collares de cuentas de varios hilos y los broches dorados hechos a medida ganaron prominencia en los años 60.
Es una suerte para los coleccionistas que numerosos diseños de Dior estén fechados, ya que algunos producidos en la década de 1960 parecen mucho más modernos de lo que cabría esperar. Mientras que, otros fabricados en la década de 1970, podrían confundirse con diseños de finales de la década de 1950. Y hablando de la década de 1970, se hizo una amplia variedad de estilos interesantes y ponibles durante esta época, incluidos los collares de resina gruesos y los que incorporan esmalte.
Igual que otras casas de moda, el nombre de Dior y su logotipo CD, se incorporaron ocasionalmente en los diseños durante los años 80. También se fueron incluyendo lo que, a día de hoy, se han convertido en los motivos de la casa: sus omnipresentes lazos junto con su interpretación de la flor del lirio de los valles. Incluidos tanto en diseños de joyería fina como de bisutería. Algunas de las primeras versiones de bisutería de las piezas de lirio de los valles, de hecho, se hicieron utilizando componentes de vidrio Gripoix. Otras piezas de lirio de los valles de alta joyería fueron elaboradas con granates tsavorita y diamantes, tan recientemente como en la década de 1990.
Primavera de 1956, el Principado de Mónaco se viste de gala. El 18 y el 19 de abril se celebraba el enlace civil y religioso del Príncipe Rainiero de Mónaco con la norteamericana y famosa actriz de Hollywood Grace Kelly.
Ahora se cumplen 56 años de aquel memorable acontecimiento, y nosotras hemos decidido que este acontecimiento es más que merecedor de convertirse en nuestro “Icono Vintage” de abril.
Fueron días de fiesta en el pequeño estado de Mónaco. Días inolvidables… para ellos y para el resto del mundo. Fue una de las bodas más recordadas del S.XX y probablemente la novia más admirada e imitada de todos los tiempos.
Curiosidades de la boda de Grace Kelly
Sobre la novia y su traje se ha escrito hasta la saciedad. Yo hoy me voy a quedar con algunas anécdotas de la boda, que es probable que desconozcáis y que me han resultado curiosas:
Francia sufrió una huelga general de electricidad la noche anterior al primer encuentro de Grace Kelly con Rainiero III. Toda la ropa de la princesa Grace estaba muy arrugada después del largo viaje, y no pudo ser planchado el traje que tenía previsto lucir, por lo que tuvo que optar por un sencillo vestido negro estampado en flores, que no estaba tan arrugado como el resto.
El anillo de pedida un diamante en talla esmeralda de 10,47 quilates, montado en platino. Grace lo lució durante la filmación de «Alta sociedad» y se puede ver en la película.
Como regalo de boda, Rainiero obsequio a Grace con un magnifico juego completo de collar, pulsera y pendientes de Van Cleef & Arpels. Conjunto que podéis apreciar en la fotografía adjunta.
Grace luciendo el magnifico aderezo de Van Cleef & Arpels
Los monegascos regalaron a Grace y Rainiero un Rolls Royce descapotable, negro y crema como regalo de boda. Después de la ceremonia religiosa, la pareja condujo por las calles de Montecarlo para que todos los ciudadanos pudieron disfrutar de la belleza de la novia y la felicidad de la pareja.
Aristóteles Onassis obsequió a Rainero III y la Princesa Grace como regalo de boda con un yate, el “Deo Juvente II”. Con él, la pareja viajó por todo el Mediterráneo durante su luna de miel. Me resultó curiosa la historia del Deo JuventeII, del podéis saber más en el siguiente link: Historia del Deo Juvente II.
Rainiero encargó a la casa Creed la creación de un perfume exclusivo, para que Grace lo utilizara en el día de la boda. Su nombre: «Fleurissimo». Fue otro de los detalles con los que Rainiero agasajó a la novia. El perfume fue fabricado en exclusiva para la princesa hasta 1972, fecha en que comenzó a comercializarse al público. Posteriormente fue usado por iconos como Jacqueline Kennedy Onassis o Madonna. He encontrado un precioso articulo en español: Olibanum:Cuaderno de Fragancias
Toda la población adulta de Mónaco fue invitada a la celebración de la boda. Resulta curioso imaginarse un jefe de estado invitando a todos sus súbditos a su banquete de bodas. En un pequeño estado como Mónaco eso fue más sencillo, no obstante se reunieron más de 3.000 monegascos.
La Metro-Goldwyn-Mayer, como regalo de boda obsequió a Grace todo el vestuario de «Alta sociedad» (su última película), así como el magnífico vestido de boda diseñado por Helen Rose.
Bajo el vestido de boda, las enaguas de Grace tenían diminutos lazos de satén azul.
Grace llevaba «El manual de la novia» de J.M. Lelen, durante su boda con el Príncipe Rainiero. El libro fue un regalo de un amigo de la familia, Mr. John F. McCloskey de Chestnut Hill, y fue decorado por el departamento de vestuario de la M-G-M.
Los zapatos de novia de Grace fueron diseñados por David Evins. Se fabricaron con un penique de cobre en el zapato derecho, para darle suerte. Una creencia popular dice que Grace llevaba zapato plano para que no fuera mucho más alta que Rainiero. Los zapatos tenían un tacón 6,35 cms.
Grace con David Evins
Grace fue peinada por Sydney Guilaroff, uno de los peluqueros favoritos de Marilyn Monroe, que trabajó con Greta Garbo, Greer Garson, Judy Garland, Elizabety Taylor, Joan Crawford, Ava Gardner, Lana Turner, entre muchas otras.
Joseph Hong, de Neiman Marcus, diseñó los vestidos de las damas de honor, y Patricia Kidder los fabricó. Estaban hechos de organdí de seda amarilla, sobre una bajo falda de tafetán de seda amarilla.
El ramo de novia de Grace era de lirio de los valles. Grace dejó el ramo en el altar de la capilla de St. Devote después de la boda. Las damas de honor llevaban rosas de té.
Grace con su pequeño ramos en las manos
Detalle de los ramos de las damas de honor
Después de la ceremonia, Grace donó el vestido al Museo de Arte de Philadelphia, ciudad en la que había nacido.
La Princesa Grace y Rainero III pasaron parte de su luna de miel en el hotel Formentor de Mallorca.
En total 16 curiosidades de la boda de Grace Kelly y Rainiero de Mónaco. Pero yo me quedo con esta frase de Oscar de la Renta:
«En el día de su boda, Grace Kelly da un nuevo significado a la palabra «icono». Todo su aspecto, desde el regio velo hasta los femeninos detalles de encaje y el conservador vestido, hacen de ella una novia atemporal.»
Os dejo el link a tres curiosos vídeos que he encontrado en Youtube sobre la boda:
Aunque hasta hace poco las piezas de Lisner no eran muy apreciadas por los coleccionistas, últimamente sus precios han ido subiendo y están ganado muchos adeptos entre los coleccionistas modernos.
David Lisner nació en Alemania en 1846. En 1864, Lisner y su familia emigraron a Nueva York. Su padre Selig y sus hermanos George y Abraham eran comerciantes. David Lisner fundó su empresa D. Lisner & Co. en 1904 establecida en Nueva York. A principios del siglo XX, el hijo de David Lisner, Sidney, y un primo Saul (Solomon) Ganz se unieron a la empresa.
En un principio, la compañía hacía sus propios diseños de joyería de buena calidad y no los marcaba. Fue justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando Lisner se convirtió en el agente oficial en los Estados Unidos de Elsa Schiaparelli, importando y vendiendo las piezas de la diseñadora francesa. Además, tenía la licencia para producir su joyería y accesorios en los Estados Unidos, venderla y distribuirla.
En los años 30 la compañía Whiting & Davies, conocida por sus bolsos de malla de metal, fabricó algunas piezas para la marca.
Pero el gran apogeo de Lisner llegaría en los 50s. La joyería que produjo en esos años llegó a ser muy popular por sus combinaciones de colores, sus atractivos diseños y, sobre todo, su bajo precio.
La base de estas piezas era la lucita o plexiglás, un material desarrollado por Dupont en 1937. Un plástico acrílico que se podía colorear y moldear.
El Presidente de la compañía en esa época era Victor Ganz, un genio creativo con instinto para la moda. Fue lo suficientemente sagaz para desarrollar el estilo comercial y limpio que mantiene a las piezas de Lisner con la misma frescura que en el momento que fueron creadas.
Los diseños estaban colocados sobre bases cromadas o bañadas en plata y, a partir de los 60, en «blackjapanned metal» (que es un tipo de lacado en negro sobre metal). Estas piezas sobre base negra fueron populares en su día y muy codiciadas hoy.
A finales de los 50 y principios de los 60 Lisner introdujo una nueva gama, marcada como «Richelieu», que era de mejor calidad y más cara. Las piezas son más escasas hoy día y, si están en buenas condiciones, los precios pueden ser relativamente altos.
Los precios de los diseños de Lisner han comenzado a subir últimamente, debido a que las piezas de otros diseñadores de la época se han puesto por las nubes. En la medida que el precio de piezas de diseñadores más premiados sube, las piezas de menor precio, tales como las de Lisner, crecen en demanda. Las piezas marcadas y bien diseñadas están llamadas a incrementar su valor.
La compañía usó la marca «LISNER», en mayúsculas, para sus propias piezas por primera vez en 1935. Desde 1959 se utilizó «LISNER» en mayúsculas con una «L» alargada. Sin embargo los compradores deben tener en cuenta que los moldes y sellos se reutilizaron posteriormente, así que la marca no es un indicador fiable de la fecha de una pieza.
Lisner compró Richelieu Pearl Company a mediados de la década de 1970 y la empresa pasó a llamarse Lisner-Richelieu Corp. Victoria Creations compró Lisner-Richelieu en 1979 pero, después de otra rotación de propiedad, el nombre de Lisner dejó de aparecer en las joyas a mediados de la década de 1970-80.
Hoy queremos hablaros de un icono, una mujer que llegó a ser de las más deseadas y admiradas de la gran pantalla en el Hollywood de los años dorados. Se trata de la espectacular Rita Hayworth. Hoy queremos centrarnos en contaros un poco sobre sus cinco bodas, aunque también hablaremos un poco sobre quién fue ella.
Rita Hayworth
Rita Hayworth, nacida con el nombre de Margarita Carmen Cansino fue una de las actrices más emblemáticas y glamurosas de la época dorada del cine estadounidense. Así como la diva máxima de Hollywood de la década de 1940. Ocupa el puesto 19º en la lista del American Film Institute de las grandes estrellas del Séptimo Arte. Fue apodada «la diosa del amor» por la prensa rosa de su tiempo debido a su extraordinaria belleza y la enorme atracción que ejercía sobre el público masculino. Gilda, su mítico personaje, es considerado hasta la actualidad como el prototipo de la belleza femenina.
Nació en Nueva York, en 1918 y fue hija del bailarín español Eduardo Cansino Reina, natural de la localidad sevillana de Paradas, y Volga Margaret Hayworth, una bailarina estadounidense de los Ziegfeld Follies.
Los 5 maridos de Rita Hayworth
Debajo de esa personalidad de mujer fatal se escondía una persona sencilla, tímida e insegura, que lo único que buscaba en la vida era ser querida. Por ello, lo intentó en cinco ocasiones, pero siempre escogió al hombre equivocado.
Primer matrimonio
Su primer matrimonio fue en 1937, cuando tenía tan solo 18 años. Sus padres se opusieron a este matrimonio ya que, su marido Edward Judson casi le triplicaba la edad. Sus padres no consiguieron evitar el matrimonio y, además,Edward se convirtió no solo en su marido, sino también en su manager. Judson era un hombre frío, astuto y calculador y la manipulo a su antojo.
La boda se celebró con una sencilla ceremonia civil en Las Vegas. Rita llevó en su primera boda un sencillo traje de chaqueta de tarde, muy juvenil, que remataba con un gran lazo del mismo tono en la cabeza.
Matrimonio de Rita y Edward
Para Edward Judson Rita era un diamante en bruto al que había que pulir, exhibir y explotar. Por ello la vestía, cambiaba de imagen, e incluso la hizo visitar clubes nocturnos… hasta que, por fin, consigue un suculento contrato de siete años de duración con Columbia Pictures. Rita en ese momento era una cría sin gran carácter, con poca cultura, que se dejó manipular pero con el tiempo se dio cuenta que lo único que le interesaba a su marido de ella era el dinero. El matrimonio acabó en divorcio, al término del cual, Rita se encontró literalmente en la calle sin un dólar en su cuenta bancaria. Todo lo que había ganado se lo había confiscado su marido. Decepcionada declararía: “Me casé con él por amor, pero él se casó conmigo para hacer una inversión.”
Segundo matrimonio
El segundo matrimonio fue con el actor, director y productor de cine Orson Welles. Un día de 1941, Orson Welles, durante una reunión de amigos, arranca la foto de Rita de la portada de la revista Life y dice: “ésta será mi próxima mujer.” Un íntimo le dice : “estás loco, por más famoso que te creas, ella, seguramente, ni sabe de tu existencia”. Por entonces Rita rodaba una película en Brasil y llega a sus oídos que Orson Welles, al que ni siquiera conoce, anda diciendo que se iba a casar con ella. Rita creyó que querían gastarle una broma porque Welles era un genio, un intelectual y ella se consideraba fuera de su nivel. Para ella, Orson era un sueño inalcanzable.
Pero Orson consiguió lo que quería y en septiembre de 1943 se casaron en una discreta ceremonia. Para esta ocasión Rita escogió otro traje de chaqueta, esta vez más formal que el de su primer matrimonio. Y, sobre su cabeza, lució una bonita pamela del mismo color del traje con un tul que le cubría el rostro.
Matrimonio de Rita y Orson
Los primeros meses de matrimonio fueron felices; a Orson le fascinaba la vulnerabilidad y fragilidad de Rita, que no tenía nada que ver con la imagen de mujer fatal que refleja en la gran pantalla. Rita consiguió hacerse un sitio en el mundo de las amistades de Orson. Se sentía bien junto a ellos, y cuando hablaban de temas profundos callaba e intentaba aprender lo máximo posible. El abismo intelectual entre los dos era grande y esto provocaba en ella falta de confianza en sí misma. Con la llegada de Rebeca, su primera hija, Rita creyó que esto uniría aún más su matrimonio, pero fue todo lo contrario. Orson, comenzó a vivir su vida profesional, social y política alejado de Rita y la niña, no quería ninguna atadura. Pronto vinieron las infidelidades de su marido, lo que que les llevó a la separación. Aunque sí hubo intentos de reconciliación, al final se acabaron divorciando.
Tercer matrimonio
En el caso de Rita, a la tercera no fue la vencida. Tras su segundo divorcio, se encontraba bastante hundida y con una gran depresión. Por lo que decide marcharse a Europa.
Allí, en la Riviera, conoce en una fiesta al príncipe Aly Khan, hijo del Aga Khan III, y famoso playboy. El príncipe que había quedado prendado de ella desde que la vió actuar en “Gilda”, nada más verla en la fiesta, la cortejó y la sedujo. Rita creyó ver en él el amor que necesitaba. Así que en mayo de 1949 se casaron en el pueblecito francés de Vallauris, en plena Costa Azul.
Matrimonio de Rita y Aly
Rita estaba elegantísima, con un bonito traje midi de novia, de corte clásico con falda plisada. Estaba confeccionado en muselina azul celeste, una gran pamela a juego y un pequeño ramo de azahar en sus manos. La celebración se hizo en el hotel L’Horizon y fue sin duda todo un acontecimiento. Aly hizo construir una alfombra para que pisara por ella Rita, perfumó la piscina con 450 litros de agua de colonia y, sobre el agua, pusieron sus iniciales con flores frescas. Todo fue como un cuento de hadas.
A los pocos meses del enlace, Rita dio a luz a su segunda hija, Jasmine. El cuento de hadas acabó y un buen día el príncipe decidió que ya estaba bien de placidez familiar y que había llegado el momento de volver a su antigua vida social. Por lo que se instaló de nuevo en su mansión de la costa azul, dejando a Rita al margen. De nuevo se encontró sola, esta vez en un país extraño al cual seguía con gran esfuerzo acomodando. Estaba rodeada de lujo, llena de joyas, pero de nuevo sola y humillada por las infidelidades de Aly. En 1953 se divorciaron y con sus dos hijas regresó a los Estados Unidos.
Cuarto matrimonio
Su cuarto enlace matrimonial fue con el cantante argentino Dick Haymes. Se encontraron por primera vez cuando este aún estaba casado y su carrera de cantante estaba en declive. Haymes tenía graves problemas económicos, ya que sus dos ex esposas estaban tomando acciones legales en su contra. Y por ello tenía muchas deudas. Rita acabó pagando la mayor parte de ellas. Al problema económico se unió el peligro de ser deportado a Argentina por ser un extranjero ilegal. Ella se hizo cargo de su ciudadanía casándose con él en septiembre de 1953.
Matrimonio de Rita y Dick
Lo hicieron en el Sands Hotel de las Vegas, en presencia de las dos hijas de Rita. La novia estaba radiante, esta vez llevaba un elegante vestido escotado de cuello de barco, guantes largos y un elegante tocado con velo que le cubría la cara. Haymes nunca llegó a salir a flote en su carrera, más bien vivía de los ingresos de Rita. Las infidelidades de Dick eran públicas y notorias, era un déspota con Rita, llegando en una ocasión a golpearla en la cara públicamente en un club nocturno de los Ángeles. Esa fue la gota que colmó el vaso, Rita hizo las maletas y se fue para nunca regresar a su lado. Después de este nuevo fracaso, cayó en una fuerte depresión, encontrándose nuevamente sin dinero y moralmente hundida.
Quinto, y último matrimonio de Hoy Rita Hayworth.
Buscando el amor verdadero, comienza una relación con el productor de cine James Hill. Un cuarentón, soltero aficionado a la música y al arte, una persona de vida tranquila que podría ser el remanso de paz que ella tanto buscaba. El 2 de febrero de 1958 en una privada y sencilla ceremonia contraen matrimonio en Beverly Hills, Los Ángeles. Rita que necesitaba de la paz y el sosiego de una vida hogareña quiere dejar el mundo del cine, idea a la que se opone rotundamente su marido, y la obliga a continuar con su carrera.
Matrimonio de Rita y James
A los tres años de matrimonio, Rita no puede más. Su carácter se vuelve inestable y agresivo y comienza a abusar del alcohol, que era lo que le daba fuerzas para continuar en ese momento. El matrimonio se deshace, James menosprecia a su mujer en público y en privado. Rita sufre como nunca y en septiembre de 1961 pide el divorcio alegando crueldad mental extrema.
Fue el alcohol y el Alzheimer los que obligaron a Rita Hayworth a retirarse del cine… Su hija Jasmine cuidó de ella y fue de su hija de quien recibió el calor y el cariño que toda su vida estuvo buscando.
En el post de hoy queremos hablaros de la joyería Trifari. Como sabéis, nos gusta conocer la historia de la joyería y recorrerla a lo largo de los años a través de sus joyeros y marcas más famosas. Por eso, tenemos que contaros la historia de Trifari: que es, probablemente la mejor y más conocida marca-fábrica de bisutería en América.
Gustavo Trifari
El genio de la joyería de fantasía y fundador de la marca Trifari, Gustavo Trifari, nació en 1883 en Nápoles, Italia, en una familia de excelentes orfebres ya famosa en la ciudad a mediados del siglo XIX. Se inició en el arte de la joyería bajo la tutela de su abuelo Luigi. Años más tarde, en 1904 emigró a Estados Unidos.
En 1910, fundó junto con su tío Ludovico, la empresa «Trifari & Trifari», pero dos años después, su tío abandonó la empresa. Gustavo continuó con una producción personal que gozó de enorme éxito durante muchos años. Y siguió creando colecciones de joyas espectaculares bajo el nombre de Trifari.
Crear hermosas joyas de fantasía no fue poca cosa, y Trifari era conocido por sus rigurosas medidas de control de calidad. Muchos coleccionistas están de acuerdo en que las piezas de joyería Trifari, especialmente las de la década de 1930 a 1960, están muy por encima de las ofertas de la competencia.
Trifari Lunar Lights Collection
Su éxito estos años no solo se debió a la gran calidad de sus joyas. También coincide con el momento en que Alfred Philippe se incorporó a la firma como jefe de diseñadores. Y los diseños empezaron a lucirlos estrellas de Broadway y Hollywood.
Materiales y técnicas
Los diseñadores de joyería de alta gama de la época usaban con frecuencia plata esterlina, o un acabado chapado en oro, para marcos de joyería engastados a mano. Los diseñadores de Trifari utilizaron estas mismas técnicas, pero usando materiales mucho menos costosos.
Trifari utilizaba varios tipos de materiales, la mayoría de ellos bastante económicos. Todos ellos fueron elegidos por su potencial para convertirse en joyas de lujo de aspecto real. Estos son los materiales más comunes:
Perlas de imitación
Diamantes de imitación
Esmalte
Lucite (para hacer imitaciones de piedras preciosas)
Plata esterlina
Trifanium (metal base que se parecía a la plata o al oro)
Piedras semipreciosas (es decir, coral o jade)
Con el tiempo algunos de los materiales principales cambiaron, sin embargo, una cosa a la que se adhirieron fue el uso de materiales económicos. El valor de las joyas estaba determinado por la artesanía y la atención al detalle.
El exito de Trifari
El mayor éxito se alcanzó cuando la primera dama Mamie Eisenhower, esposa del presidente Eisenhower, se atrevió a renunciar a los diamantes en un baile inaugural por algunas piezas decorativas que llevaban la marca Trifari. Después de eso, todas las damas querían ser igual de elegantes, especialmente porque los modelos eran clásicos y refinados, pero también asequibles.
De hecho, durante la década de 1950 a 1960 muchas otras marcas de joyería intentaron copiar a Trifari. Algunas de las colecciones que tenía estaban incluso patentadas, como por ejemplo Claire de Lune y Moghul. Es por eso, que hasta hubo un juicio en el que se acusó a Coro de copiar algunos de los diseños de Trifari, siendo este último quien lo ganó.
Joyas más famosas: The Jelly Belly Brooches
En esta colección, se les conocía como “vientres de gelatina”, y los broches tenían la forma de una variedad de seres, desde abejas y tortugas hasta ranas, pájaros y cerdos. Una moda que a dia de hoy podemos seguir viendo. En nuestra colección tenemos varios broches de animales y siguen siendo un éxito a día de hoy.
Pero, ¿por qué se les conocía como «vientres de gelatina»? Porque tenían sus vientres hechos de lucita en tonos coloridos que se asemejaban a la textura de la gelatina.
Jelly Belly Frog Brooch, diseño de Alfred Philippe, 1943
Colección de joyas de perlas
Trifari también tenía una colección de joyas realizada con perlas de imitación, con un elaborado trabajo en metal. La bisutería parecía, por supuesto, real, y sin mirar muy de cerca, uno ni siquiera sabría que las perlas eran falsas.
Fue una joya de esta colección la que antes os contábamos que utilizó la Primera Dama Mamie Eisenhower y gracias a la cual se hizo tan famosa la marca.
Colección perlas de Trifari
Clip-mates
La colección Trifari “clip mates” fue una respuesta al estilo de doble recorte que solía estar de moda. En pocas palabras, era un tipo de broche que se podía separar en dos clips diferentes. Dependiendo del diseño, uno de ellos podría incluso usarse como colgante.
Clip mates estilo Art Decó de Trifari
En nuestra colección de joyas también tenemos algún broche estilo “clip mate”. Que pueden utilizarse tanto juntos como separados. Y no solo como broche, sino que también puedes utilizarlo en el pelo, como accesorio y queda precioso.
Por supuesto que Trifari tiene muchísimas más colecciones que estas que os estamos enseñando. Pero nos hemos querido centrar en ellas porque son piezas que nosotras también tenemos en Vintage by López-Linares. Si bien es cierto que, nosotras solo utilizamos plata 925 y piedras semipreciosas naturales, así como perlas de agua dulce.
Hoy os traigo la última pieza que hemos creado para nuestra colección de joyas históricas de novia: la tiara Taylor. Una preciosa joya antigua de finales del S.XIX que Mike Todd regalara a su bellísima esposa Liz Taylor en 1957.
Tiara Taylor
La joya original montada en platino y oro, es un diseño muy clásico pero de una belleza y actualidad sorprendentes, que a nosotras nos ha servido de inspiración para crear esta elegante pieza que es el sueño de cualquier amante de las joyas antiguas.
El productor de cine falleció en un terrible accidente cuando apenas llevaba un año casado con la ya famosa actriz. Contaba la actriz en sus memorias que el día que se la entregó el productor la dijo: «Eres mi reina, y creo que deberías tener una tiara».
La actriz luciría la tiara por primera vez en los Premios de la Academia de 1957, donde la película de Todd “La vuelta al mundo en ochenta días”
ganaría el Oscar a la Mejor Película. La actriz también la lució en el Festival de Cine de Cannes ese mismo año.
No importaba que las tiaras no estuvieran especialmente de moda en ese momento, ella la usaba y sabia de veras lucirla con total naturalidad y elegancia.
Las joyas de Liz Taylor
Os dejo el link a un curioso vídeo en el que vemos a la actriz con la joya. Y en el que al final vemos algunas imágenes del funeral de su entonces marido.
La colección de joyas de Taylor fue subastada después de su muerte. Gran parte de sus ingresos se destinó a su fundación para la lucha contra el SIDA. La tiara salió a subasta en diciembre de 2011 y se estimó que alcanzaría un precio de venta de unos 80.000 $. Pero se remató en la astronómica cifra de 4.200.000$.
En este momento ignoro quién tiene esta increíble joya en su poder.
La Tiara Liz, como a mí me gusta llamarla, es la última pieza que ha entrado a formar parte de nuestra colección de tiaras de novia. Una joya inspirada en esta peculiar pieza que luciera una de las más bellas y grandes artistas de Hollywood.
Ava Gardner interpretó a «The Barefoot Contessa» en ellos, mientras que Elizabeth Taylor fue «Cleopatra». Grace Kelly se casó con el Príncipe Rainiero en ellos. Las primeras damas, desde Mamie Eisenhower hasta Hillary Clinton, los usaron. Muchas estrellas y miembros del coro en Broadway se pavonearon en ellos. Y las mujeres de todo el país se enamoraron de ellos. Desde los mules con incrustaciones de lentejuelas y perlas de Taylor hasta los elegantes y clásicos zapatos de salón para mujer, estos son los zapatos de David Evins.
En el siglo XXI, los nombres de los diseñadores de zapatos, desde Jimmy Choo hasta Manolo Blahnik, surgen fácilmente en las conversaciones. Pero los diseñadores de zapatos no siempre disfrutaron de tanta notoriedad, ni los zapatos siempre tuvieron tanta prevalencia en el armario de una mujer.
David Evins
Evins (1907-1991) fue el primer diseñador de calzado estadounidense en recibir reconocimiento. Y logró hacerse un hueco en el segmento superior de este mercado. Los clientes que tradicionalmente viajaban a Europa en busca de calzado de moda encontraron los exclusivos zapatos hechos a medida de Evins en Nueva York. Evins, conocido por su comportamiento y discreción tranquilos y elegantes, se encontró profesional y socialmente bienvenido por la élite de la clase alta.
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El cliente de Evins abarcaba más que miembros de la alta sociedad, estrellas de cine y primeras damas. Su público objetivo más amplio eran las mujeres que compraban en los grandes almacenes de alta gama. Cuando Evins comenzó en la industria del calzado, los grandes almacenes tenían la mayor influencia de estilo sobre las mujeres estadounidenses. Tiendas como I. Miller, Bergdorf Goodman, I. Magnin y Saks Fifth Avenue dictaron el éxito de los diseñadores y dominaron al público estadounidense. La línea comercial de Evins se vendía en estas tiendas a las mujeres adineradas de finales de los años 40 y 50.
Evins diseñó zapatos para la mujer moderna antes de que emergiera como la mujer moderna. Si bien eran zapatos caros, las mujeres de clase media y trabajadoras ahorraron para comprar en su línea comercial. El primer par de Evins se vendió en 1946 por $100, lo que, aproximadamente eran la friolera de $861,051 en el año 2008. Mientras que la mujer blanca estadounidense de clase media pasó de ser un ama de casa cerrada a una mujer trabajadora independiente, los zapatos Evins mantuvieron su popularidad. Para ellos, sus zapatos eran de alta calidad, cómodos, elegantes y el artículo «imprescindible» para su armario. La mujer trabajadora ganó posición social y se convirtió en el principal cliente de Evins.
Quién fue David Evins.
La historia de Evins es la historia del sueño americano. La suya es la historia de un niño judío pobre que llegó a los Estados Unidos con muy poco y ascendió hasta convertirse en uno de los principales diseñadores de calzado de moda del siglo XX. Influyendo en lo que vestían millones de mujeres. En 1907, David Evins nació como David Levin en Yanislik, Lituania. La familia Levin se mudó a Londres poco después y su padre comenzó a trabajar como peletero, vendiendo suministros a los mineros de diamantes en Sudáfrica. En ese momento, Sudáfrica era una colonia del Reino Unido y Leopold Levin pasaba nueve meses al año viajando de Inglaterra a Sudáfrica para mantener a su familia.
A la edad de trece años, el padre de Evins perdió su trabajo y su familia emigró a los Estados Unidos. La familia de cinco integrantes, Leopold, Sarah, David, Leo y Francis, llegó a Ellis Island el 12 de julio de 1920 después de partir de Southampton, Inglaterra. Se establecieron en Brooklyn. Leopold encontró trabajo como vendedor, Sarah siguió trabajando como ama de casa y los niños asistieron a la escuela pública. La familia se convirtió oficialmente en ciudadana estadounidense en 1923.
Pero, cómo surgió el cambio de nombre de Levin a Evins?. Levin era un nombre judío de Europa del Este. Sintiendo que Levin era demasiado étnico, dejó caer la «L» y agregó una «S», convirtiendo «Levin» en «Evins». Quería ser más accesible para el público y sintió que convertir su nombre en inglés lo pondría más en línea con la corriente principal de Estados Unidos. El deseo de Evins de anglicanizar su nombre provino del prejuicio de la época.
Cómo se convirtió Evins en diseñador de calzado.
Después de terminar la escuela pública, Evins comenzó a estudiar en la Universidad de Nueva York, donde se graduó en una Licenciatura en Ciencias de la Facultad de Artes y Ciencias Puras en 1934. Después de la Universidad de Nueva York, continuó su educación e interés en el arte en la Art Students League, una escuela de arte en Nueva York. Mientras estuvo allí, recibió una beca para asistir al Pratt Institute.
Fundado en 1887 por Charles Pratt, el Instituto Pratt sirvió para capacitar a las personas en “oficios mediante el uso hábil de sus manos”. Fue aquí donde Evins comenzó a enfocar sus habilidades como ilustrador de moda “porque siempre tuve aptitudes para dibujar, diseñar, no sabía lo que iba a diseñar. . . e ilustrando.” Después de Pratt, Evins decidió seguir una carrera como ilustrador comercial.
Empezó como freelance para varios diseñadores y publicaciones; ilustrando toda una gama de artículos, desde accesorios hasta ropa. Hizo bocetos para revistas, desde Harper ‘s Bazaar hasta Vogue. También trabajó para fabricantes; ilustrando anuncios y copiando los últimos estilos.
Es curioso como Evins se convirtió en diseñador de zapatos. Fue trabajando para una de las revistas de moda, que a Evins se le ocurrió, por primera, vez esta idea. Después de esbozar una serie de anuncios de zapatos para la publicación, comenzó a modificarlos, agregando correas y lazos donde quería. Sus “mejoras” llamaron la atención de la empresa que colocó el anuncio y Evins fue despedido con la sugerencia de que si quería diseñar zapatos, debería conseguir un trabajo diseñando zapatos. 11 Los cambios en los diseños le costaron su trabajo, pero lo empujaron en la dirección de diseñar calzado.
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Poco después del incidente, una revista de calzado lo llamó y lo contrató para un trabajo de tres años. “Caminaba por las tiendas, miraba los escaparates, dibujaba los zapatos y luego… tenía una fecha límite que cumplir.” Pronto se cansó del proceso repetitivo sin una salida artística real. Cuando terminó el trabajo, Evins se sintió listo para dar el siguiente paso en su carrera.
McGee Patterns, Inc.
Fue entonces cuando Evins llegó a McGee Patterns, Inc., una casa de patrones de zapatos propiedad de Max McGee y operada por él. La empresa se especializaba en hacer patrones y hormas para zapatos. Las hormas son una forma de pie hecha de madera o, después de la década de 1950, de plástico, alrededor de la cual se forman los zapatos. Los patrones estaban hechos de cartón con latón alrededor de los bordes.
En McGee’s, Evins comenzó a encontrar su lugar en la industria de la moda. Más tarde dijo: “Ahí es donde realmente aprendí los fundamentos de la fabricación de zapatos, debido a los bocetos de los zapatos y la elaboración de los patrones…” Evins se aventuró en las fábricas y aprendió a hacer zapatos. También hizo contactos en revistas de moda y grandes almacenes.
Cuando Evins comenzó su carrera en la industria del calzado, no había títulos oficiales ni programas de educación superior en diseño de calzado. La mayoría de los diseñadores de calzado llegaron a su oficio a través de aprendizajes o, como hizo Evins, a través de la capacitación en el trabajo. La idea de un diseñador de calzado era un concepto nuevo y la mayoría en la industria aún se conoce como zapateros.
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Evins llegó a la industria del calzado estadounidense en un momento interesante. Ya que la industria del calzado fue una de las primeras grandes industrias del país. El gobierno ayudó a la primera industria del calzado estadounidense al establecer una serie de aranceles en el siglo XIX para ayudar a las ventas del país. A pesar de los aranceles, las importaciones continuaron llegando a los Estados Unidos.
La moda francesa estaba tan de moda que, a mediados del siglo XIX, los fabricantes y minoristas estadounidenses crearon etiquetas para inferir que sus zapatos procedían de Francia. Además de que la moda francesa era el estándar superior, muchos de los zapatos fabricados en Estados Unidos a principios del siglo XIX eran de mala calidad. Los fabricantes usaban materiales baratos y no estaban familiarizados con el producto. Debido a la depresión económica de finales de la década de 1830, la industria del calzado se vio obligada a utilizar productos de mayor calidad para competir con los fabricantes extranjeros.
El cambio en la industria.
La industria del calzado estadounidense recibió un impulso con la revolución industrial. Las máquinas que manejan cada paso del proceso de fabricación de calzado estuvieron disponibles. Alrededor de 1855, el entorno de trabajo estilo cabaña pequeña comenzó a desaparecer y se establecieron fábricas en ciudades más grandes. Todas las máquinas ayudaron “a la capacidad del mercado estadounidense para producir en masa y exportar económicamente una variedad de calzado cosido de calidad”. Los avances de la maquinaria llevaron a que se produjeran más zapatos en los Estados Unidos y, como resultado, se importaron menos zapatos y comenzó la exportación de zapatos.
A principios del siglo XX, Estados Unidos ocupaba el liderazgo en la industria del calzado confeccionado de clase media y baja. Los fabricantes extranjeros interesados en competir en la industria, como Alemania e Inglaterra, “tenían que comprar o alquilar las máquinas y la tecnología a los titulares de las patentes”, que en su mayoría eran estadounidenses.
El cambio en el calzado.
Los estilos de zapatos de mujer se mantuvieron estáticos hasta el siglo XX. La bota y la zapatilla habían reinado durante mucho tiempo como el único calzado aceptable para las mujeres. El calzado a lo largo de la década de 1910 se mantuvo en color neutro y en su mayoría oculto debajo del dobladillo aún largo de los vestidos. Sin embargo, con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, aumentaron las líneas del dobladillo. Las botas se convirtieron en el calzado de elección, ocultando efectivamente los tobillos de la vista. Después del final de la guerra, la línea del dobladillo continuó su ascenso. Pero las botas ya no eran lo suficientemente largas para ocultar la pierna. Las botas perdieron popularidad y el zapato se convirtió en el artículo de moda en el calzado.
Zapatos David Evins
La industria del calzado estadounidense hasta la década de 1920 se centró en los zapatos funcionales confeccionados y solo unos pocos fabricantes producían zapatos de vestir para ocasiones especiales. Ahora que el zapato se ve físicamente, se convirtió más en un artículo de moda. Los fabricantes comenzaron a producir zapatos novedosos que venían en una variedad de colores y estilos.
La moda de los zapatos.
Eran frecuentes los cambios de moda. Los zapatos novedosos cambiaron rápidamente de estilo, lo que alentó a las mujeres a comprar más zapatos, con más frecuencia.
Los rápidos cambios en los estilos crearon “temporadas” en las que se introdujeron diferentes zapatos. Si bien anteriormente existían temporadas para la ropa de moda, era nuevo para la industria del calzado. Las primeras estaciones fueron verano e invierno. Sin embargo, la rotación aumentó y en diez años las temporadas se ampliaron para incluir la primavera y el otoño. Solo tres años después, en 1923, las revistas comerciales de la industria informaron un aumento del número de temporadas a seis.
Sandalia David Evins
La Segunda Guerra Mundial también había cambiado el panorama de la industria de la moda estadounidense. Con el desplome de la bolsa de valores en 1929, la riqueza de la nación se secó. El dinero escaseaba y la mayoría de la gente ya no podía pagar las necesidades básicas, y mucho menos los viajes a Europa para comprar la última moda parisina. Además, el gobierno de los Estados Unidos, en un intento de impulsar las ventas, impuso restricciones a la importación de moda que llegaba de París.
La desaparición del mercado francés obligó a los diseñadores estadounidenses a comenzar a emerger de su oscuridad. Cuando terminó la guerra, la industria de la moda estadounidense estaba oficialmente en pie. Los nombres de los diseñadores estadounidenses ahora aparecían en revistas de moda y eran reconocidos en los hogares estadounidenses. En la atmósfera de la posguerra, Francia recuperó su liderazgo en la vanguardia de la moda, pero la moda estadounidense ahora tenía un punto de apoyo firme.
Vintage by López-Linares
Qué os han parecido los diseños y la vida de David Evins? A nosotras nos ha fascinado conocer mejor su historia Ya que nos parece un visionario. Las sandalias y zapatos de Evins son piezas únicas que jamás pasan de moda. Nosotras luciríamos encantadas cualquiera de sus diseños.
Bibliografía
Evins, Mathew. Interview with L. Nottingham. New York, 2008.
Associated Press, “Even Shoes Make New of Mrs. Ike,” The Washington Post and
Times Herald, April 30, 1954
Hull, Anne V. “Shoe Styles of the Rich and Famous,” St. Petersburg Times, January
13, 1988
Imagen 1: 1956. Zapatos de David Evins para Grace Kelly
Imagen 2: B Altman & Co. Advertisement, 1974. Image taken from: New York Times, March 10, 1974, pg. 17.
Imagen 3: Shoe sketch, c. 1960 – David Evins (New York) Ink on paper. Image: Fashion Institute of Technology, New York, Special Collections Photo by L. Nottingham.
Imagen 4: Evins Shoe Sketch on a Magazine. Shoe sketch, c.1980s. Pen on paper. Image: Fashion Institute of Technology, New York, Special Collections Photo by L. Nottingham.
Imagen 5: Sandal, 1963. David Evins (1907 – 1991) New York. Gilded wood, metal, and rhinestones. Worn by Claudette Colbert
Imagen 6: Sandal, 1962 David Evins (1907 -1991) New York Leather, wood, beads, rhinestones, and sequins Worn by Lena Horne Image taken from: O’Keeffe, Linda. Shoes: A Celebration of Pumps, Sandals, Sippers and More. New York: Workman Publications, 1996. 44.
Este mes de noviembre me gustaría cerrarlo con la exposición de uno de mis diseñadores de moda favoritos, él es el “Gran Maestro” español de la alta costura, ese en el que todos se inspiran y al que todos los diseñadores soñarían parecerse.
La exposición a la que vamos a viajar hoy está teniendo lugar en Londres en el marco de uno de los más prestigiosos museos de la capital inglesa, el Victoria & Albert. El museo abre sus puertas hasta el 18 de febrero para mostrarnos cada día más de 100 piezas del prestigioso modisto español Cristóbal Balenciaga.
Hace un siglo, el modisto español abría una boutique en San Sebastián que se convertiría en una de las casas con más historia de la moda española. El modisto abandonaría su tierra para entrar en París por la puerta grande, destacando sobre grandes del momento como Coco Chanel o Christian Dior.
La muestra se centra en los años cincuenta y sesenta, y en ella podemos ver esas siluetas tan características del modisto, con esas formas perfectas, casi arquitectónicas, esos volúmenes que envolvían a la mujer de forma magistral y la daban un halo de elegancia que muy pocos han logrado.
Sus prendas son verdaderas obras de arte. Balenciaga siempre estuvo asociado a un corte impecable, limpio, sencillo y, casi celestial, de una perfección inigualable.
Audrey Hepburn, Jackie Kennedy, Ava Gardner y un sinfín de lo que hoy llamaríamos “influencers”, fueron incondicionales de la marca.
Yo he querido ilustrar este post de hoy con fotografías de uno de mis fotógrafos favoritos, hubiera sido un sueño ver trabajar a Richard Avedon en un plató de fotografía junto a Cristobal Balenciaga.
Pero siempre nos quedará Londres, y si tenéis la suerte de viajar a la capital inglesa no dejéis de visitar esta muestra. Y si lo hacéis, por favor, no dejes de escribirme para contarme qué os ha parecido.
Ya sabéis, en el Victoria & Albert., hasta el 18 de febrero de 2018: “Balenciaga Shaping Fashion”
Hoy os traigo el último video que grabé en nuestro emblemático espacio de la calle de Claudio Coello, 60. Fue justo unos días antes de marcharme de vacaciones y de cerrar para siempre.
Pero ya sabéis que ahora tengo una preciosa tienda online, en la que paso la mayor parte de mi tiempo y que, la verdad, me está dando muchísimas satisfacciones.
Mientras editaba el video, me ha entrado cierta nostalgia al recordar la cantidad de gratos momentos que he pasado durante los casi 30 años entre esas paredes, pero ya sabéis que los tiempos cambian y que hay que saber adaptarse y aprovechar las nuevas oportunidades que nos llegan en la vida, o que nosotros mismos debemos provocar.
Bueno, no me enrollo más… Este mes he venido a hablaros de una de mis diseñadoras de bisutería favoritas, se trata de Miriam Haskell.
Me chifla su trabajo, y la verdad es que he disfrutado muchísimo metiéndome en su vida para conocerla mejor y poder contárosla a vosotros. Lo he disfrutado de lo lindo.
Os dejo el video con toda su historia, y al final os enseño algunas de las piezas que tengo suyas en mi pequeña colección de bisutería antigua.
¡Ya me contareis qué os ha parecido su estilo y si os ha gustado su trabajo!
Melvin Sokolsky, un genio que jamás estudió fotografía, pero que comenzó a disparar con apenas 10 años con una vieja máquina de su padre.
Inspirado por un sueño en el que se vio flotando dentro de una burbuja a través de paisajes exóticos, creó la serie “Bubble”.
La serie vio la luz en la revista Harper´s Bazar en 1963 en ella una mujer sobrevuela la ciudad de París dentro de una burbuja transparente; fue tal el éxito de las serie que un año después se rehízo con más modelos y en lugares más variados.
La burbuja, se fabricó en diez días en plexiglás y sus bisagras eran de aluminio.
Esta serie revoluciono la historia de la fotografía de moda. Melvin Sokolsky había encendido el mundo de la fotografía de moda con su estilo innovado.
Fue una de los más grandes mitos de Hollywood del siglo XX, conocida mundialmente por su exuberante belleza como “el animal más bello del mundo”. Su vida sentimental estuvo plagada de infortunios a pesar de contraer matrimonio en tres ocasiones.
Su primera boda fue con el entonces popularísimo Mikey Rooney. se conocieron el día que Ava, recién contratada por la MGM, paseaba por primer día por los estudios para conocerlos.
Mikey apareció disfrazado de Carmen Miranda, quedando prendado de su belleza. Se casaron en enero de 1942 en la iglesia presbiteriana de Ballard, en California. No hubo traje blanco de novia. Los novios, con unos sencillos trajes sastres adornados con una gran orquídea blanca ella y un clavel blanco él, se dieron el “Sí quiero”. El matrimonio fue un fracaso absoluto, debido a la inmadurez de los dos, y al año siguiente se divorciaron.
El clarinetista de jazz Artie Shaw se convertiría en su segundo marido en el otoño de 1945. Para esta segunda boda, Ava elige otro traje sastre muy parecido al de su primer matrimonio. Incluso podríamos asegurar que llevaba la misma gran orquídea blanca sobre su pecho. Artie resultó ser un snob que detestaba todo lo referente a la vida profesional de Ava. Parece que la reprochaba su falta de cultura, y pretendió culturizarla. Incluso la obligó a matricularse en la universidad a distancia de California, llevándola a reuniones culturales para que aprendiera. Pero lo único que consiguió es que Ava perdiera la confianza en sí misma y tuviera verdaderos problemas de autoestima, hasta el punto de tener que ponerse en tratamiento psiquiátrico. Ava comenzó a abusar del alcohol en esta época de su vida. “Me emborrachaba porque me sentía insegura”, decía.
El matrimonio tampoco aguantó, durando escasamente un año.
Parece que la orquídea y el traje de chaqueta no la dieron mucha suerte a la actriz. Para su tercer matrimonio la actriz decidió cambiar el look por completo, eligiendo un precioso y sencillo vestido de novia muy al estilo de los años 50, con un escote halter adornado con picos de tela muy sensual, y una falda de cintura alta confeccionado en una tela semitransparente . También decidió cambiar las orquídeas por un llamativo bouquet de flores blancas.
La boda se celebraría en Filadelphia en noviembre de 1951 convirtiéndose en todo un acontecimiento social, ya que el novio era ni más ni menos que el famosísimo cantante Frank Sinatra.
Podía parecer que con este matrimonio Ava iba a conseguir encontrar la estabilidad emocional, pero no sería así. La carrera de Frank, que estaba en declive en esa época, los celos tanto profesionales como personales, las peleas continuas y el alcohol, hicieron demasiados estragos en la pareja. El matrimonio se separa dos años después y se divorcian en 1957. Que hubo amor entre ellos no hay duda. Un amor mal entendido, pero se querían: La prueba de ello es que Frank siempre estuvo cerca de Ava en los momentos más difíciles de la actriz, y cuidó económicamente de ella hasta su muerte.
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