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Chevalier: Historia, Estilo y Elegancia en la Joyería

joyas chevalier

Hoy quiero compartir con vosotros un tema fascinante del mundo de la joyería: la joyería Chevalier. Este estilo de joyería tiene una rica historia y características únicas que la hacen destacar. Vamos a descubrir más sobre esta maravillosa forma de arte, que nos ha servido para reproducir nuestro último anillo: el anillo Chevalier.

Historia de la Joyería Chevalier

La joyería Chevalier tiene sus raíces en la Edad Media. Un período en el que los caballeros (chevaliers en francés) eran figuras prominentes en la sociedad. Estos caballeros llevaban anillos especiales, conocidos como anillos chevalier, que no solo eran símbolos de su estatus y valentía, sino que también servían para sellar documentos importantes. Estos anillos tenían grabados en relieve que representaban escudos de armas, insignias familiares o iniciales. Se utilizaban para estampar cera derretida en cartas y documentos, funcionando como una firma única e inconfundible.

Materiales Utilizados 

Los anillos chevalier originales eran mayormente de oro o plata, metales que no solo proporcionaban durabilidad, sino que también destacaban por su belleza. En algunos casos, se utilizaban piedras preciosas como rubíes, esmeraldas y zafiros para añadir un toque de lujo. El uso de materiales nobles reflejaba la importancia y la riqueza del portador. Con el tiempo, la variedad de materiales se expandió, incluyendo platino y diferentes aleaciones de oro (blanco, rosa y amarillo), cada una aportando su propio estilo y elegancia.

Características Distintivas 

Lo que hace única a la joyería Chevalier es su diseño distintivo y la funcionalidad histórica. Los anillos chevalier suelen tener un gran plano superior, que es la superficie donde se graba o se coloca el emblema o la insignia. Esta superficie puede ser de forma ovalada, cuadrada o redonda, y a menudo presenta detalles intrincados. Además, estos anillos suelen tener un peso considerable y una estructura robusta, lo que les confiere una presencia notable en la mano del portador.

Joyeros Más Famosos 

A lo largo de los siglos, varios joyeros se han destacado en la creación de joyería Chevalier. Uno de los nombres más prominentes es el de Fabergé, la casa de joyería rusa famosa por sus huevos de Pascua imperiales. Aunque más conocido por estas piezas, Fabergé también creó anillos chevalier que eran auténticas obras de arte. Otro nombre destacado es el de Cartier, la prestigiosa joyería francesa, que ha producido algunas de las piezas de joyería Chevalier más exquisitas y elaboradas.

anillo chevalier
Anillo Chevalier

Joyas Chevalier Más Famosas

Entre las joyas Chevalier más famosas se encuentran los anillos de la realeza y la nobleza europea. Un ejemplo icónico es el anillo chevalier del emperador Napoleón Bonaparte. Este presentaba un diseño robusto y un grabado distintivo que simbolizaba su poder. Otro anillo célebre es el de la familia Windsor, conocido por su elegante simplicidad y su grabado de la cruz de San Jorge, símbolo de la Orden de la Jarretera. Además, el anillo chevalier de la casa de los Romanov, la familia imperial rusa, es una pieza histórica de gran valor y belleza.

La Joyería Chevalier en la Actualidad

Hoy en día, la joyería Chevalier ha evolucionado y se ha adaptado a las tendencias modernas, pero sin perder su esencia histórica. Los anillos chevalier son ahora populares tanto entre hombres como mujeres. Y se utilizan como anillos de compromiso, anillos de graduación y piezas de moda personalizadas. Los diseñadores contemporáneos continúan experimentando con nuevos materiales y técnicas. Incorporando diamantes y otras piedras preciosas en sus diseños, y ofreciendo opciones de personalización que permiten a los clientes grabar sus propios emblemas o iniciales.

La joyería Chevalier no solo es una forma de arte impresionante, sino también un testimonio de la rica historia y la evolución de la joyería a lo largo de los siglos. Con sus diseños distintivos, materiales nobles y una funcionalidad histórica única, los anillos chevalier siguen siendo una elección atemporal para aquellos que buscan una pieza de joyería con significado y estilo. Si alguna vez tienes la oportunidad de adquirir una joya de este estilo, estarás llevando contigo una pieza de historia y un símbolo de elegancia y distinción.

Por eso hoy queremos presentaros nuestra última reproducción. Un anillo Chevalier realizado a mano en plata, con una moissanita central de 8mm y circonitas de varios tamaños alrededor. Una pieza imponente, que queda preciosa en cualquier dedo de la mano y es perfecta para utilizar tanto para una ocasión especial, como para diario. Esperamos que os guste muchísimo!!

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Joyería Medieval: Joyas para la cabeza y el cuello

Hoy queremos hablaros de la joyería de la Edad Media, concretamente de la joyería Medieval que se utilizaba en la época en la cabeza y cuello.

Joyería Medieval

Una gran variedad de sombreros, coronas y coronas, mantos, velos y tocados -todo ello en función del estatus y la riqueza- cubría la cabeza de hombres y mujeres a lo largo de la Edad Media. El cabello de las mujeres e incluso sus orejas eran generalmente invisibles, excepto por un breve período en el siglo XII cuando las trenzas estaban de moda, como las que usaba la reina en la escultura de Corbeil (Imagen 1)

Joya medieval en escultura de Corbeil
Joya medieval en escultura de Corbeil

Sin embargo, las reinas en su coronación, las jóvenes solteras y las novias podían llevar el cabello descubierto o suelto sobre los hombros, como se ve en el vidrio que representa Juana de Castilla (Imagen 2) en el momento de su matrimonio en 1496.

Juana de Castilla
Juana de Castilla

Solo la realeza usaba coronas y podría poseer hasta 20, de diferentes diseños y pesos. Algunas eran propiedad dinástica, heredadas del monarca a su sucesor, mientras que otras eran de naturaleza más personal.

Debido a que las coronas personificaban el estatus y el poder del monarca, se emplearon los materiales más lujosos para hacerlas: oro, zafiros, rubíes, diamantes y perlas. Hoy en día, muy pocas coronas medievales sobreviven inalteradas, y es raro saber acerca de sus dueños originales.

La princesa Blanca era hija del rey inglés Enrique IV y se casó con el príncipe Luis de Baviera en 1401. Su resplandeciente corona nupcial (Imagen 3) se conserva hoy en Schatzkammer en Munich. Sin embargo, sabemos que en realidad no se hizo para ella, sino que se encargó unos años antes, muy posiblemente para la reina Ana, primera esposa de Ricardo II, ya que se describe claramente en un largo inventario real de 1399.

corona nupcial Blanca edad media
corona nupcial Blanca edad media

La corona de Blanche muestra espléndidamente una característica distintiva de la corona, es decir, «florones» prominentes, los lirios altos y estilizados unidos a la diadema. En forma muy reducida se pueden ver en las coronas que llevan las dos esposas de Ralph Neville, conde de Westmoreland (1363-1425) en sus efigies.

Otros tipos de joyería para la cabeza

La nobleza usaba una gran variedad de otros adornos para la cabeza en forma de corona para denotar estatus. Las diademas (conocidas como coronas o coronas) a menudo se asemejan a guirnaldas de flores hechas de oro o plata y estaban adornadas con rosetas y otros motivos, o con piedras preciosas. Han sobrevivido pocas coronas, pero se pueden reconocer en las grandes esculturas del siglo XIII de los fundadores de la catedral de Naumburg y en la pintura de un novio principesco húngaro del siglo XV.

Alrededor de 1400, los estilos de sombreros para hombres ricos a veces incluían un sombrero con ala de piel, a menudo usado con una gran joya, como en el retrato de Felipe el Atrevido, duque de Borgoña (1342-1404) (Imagen 4). En el transcurso del siglo XV, los sombreros alcanzaron nuevas alturas de extravagancia, especialmente para las mujeres. Alrededor de 1430, en el norte de Europa, el tocado de dos cuernos había evolucionado, a menudo adornado con perlas de aljófar y gemas, como se vio que lo usaba Isabel de Portugal y la pintura de Petrus Christus de 1449 (Imagen 5)

Joya de Felipe el Atrevido, duque de Borgoña
Joya de Felipe el Atrevido, duque de Borgoña
pintura de Petrus Christus
pintura de Petrus Christus

Joyería Medieval en los Países Bajos e Italia

En los Países Bajos, centro de prosperidad y alta moda del norte, desde la década de 1460 hasta 1490, las mujeres usaban como última moda el capitel puntiagudo o «hennin», como se ve que lo usa María de Borgoña (Imagen 6), mujer del duque Maximiliano de Austria y su madrastra Margarita de York (Imagen 7), con un broche B de oro adjunto, que sin duda representa su título de duquesa de Borgoña. 

joyas edad media María de Borgoña
joyas María de Borgoña
Margarita de York joyas edad media
Margarita de York joyas

En Italia, por el contrario, sobreviven numerosos retratos del siglo XV que muestran a mujeres con la cabeza apenas cubierta y el cabello ingeniosamente trenzado y peinado, y adornado con collares de perlas, coral, cuentas o joyas. Sin embargo, muchos de esos retratos, de modelos a menudo ahora desconocidos, pueden haber sido pintados específicamente para mostrar a una novia con la gala especial y el cabello descubierto.

Collares y joyas para el cuello.

Tanto hombres como mujeres usaban collares y joyas para el cuello. La moda de los vestidos escotados del siglo XV permitía a las mujeres llevar llamativos collares. A veces esmaltados y engastados con gemas, como el que llevaba Margarita de York (Imagen 7). El diseño del collar incorpora sus iniciales con las de su marido, Carlos, duque de Borgoña. Las rosas blancas y rojas aluden a su propia familia. Era una princesa inglesa, hermana del rey de York, Eduardo IV. También es probable que haya sido dueña de la «joya de la Rosa Blanca» (LÁMINA 52), la insignia de los yorkistas, cuya apariencia se ha conservado en una acuarela contemporánea. Las joyas adheridas a los collares pueden estar engastadas.

Tanto hombres como mujeres usaban cadenas y collares de oro, y podían ser muy simples: lujosamente esmaltados o simplemente muy enjoyados. A veces, a finales del siglo XIV, los collares se decoraban con bolitas. Y un poco más tarde se adornaron con hojas colgantes. Solo han sobrevivido unos pocos collares de metal común raros y fragmentarios, de un tipo que sin duda alguna vez fue abundante.

Hechas de aleación de cobre o peltre y, en ocasiones, decoradas con hojas o tréboles de  cuatro hojas, se han encontrado en sitios urbanos. Lo que parece sugerir que todos los niveles de la sociedad aspiraban a tener collares elaborados.

¿Os gusta la joyería medieval? Os leemos en comentarios!

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Abanicos Vintage

abanicos vintage

La palabra abanico, del latín vannus, significa aparato para soplar la paja del grano. La gente antiguamente usaba un simple abanico de hojas de palma para separar la paja del grano o para ayudar a encender un fuego. Dado que el origen del hombre estaba cerca del ecuador, se puede especular que este accesorio también se utilizó como una solución práctica para el clima cálido. Agitando el aire con hojas de palma o dos alas de pájaro unidas. El origen exacto es desconocido. Pero los abanicos como accesorio de moda femenino se remonta a miles de años y se puede ver en los primeros bajorrelieves, esculturas y pinturas.

Origen del abanico

Las primeras tumbas de Tutankamón de 1350 a. C. contenían un abanico cincelado en oro con una escena pintada del joven rey. Se cree que los abanicos chinos más antiguos son bambú tejido del siglo II a. C., excavado cerca de Changsha, en la provincia de Hunan. Fueron encontrados en la tumba de Mawangdui. Pero la historia de los abanicos en China es anterior a estos, como los abanicos de plumas que se usaban en las ceremonias. Aunque es posible que no hayan sobrevivido en el tiempo. Los primeros ejemplos probablemente fueron abanicos fijos, no solo para refrescarse, sino también para protegerse la cara en presencia de dignatarios. Ahora se cree que el abanico brisé, hecho de palos tallados o decorados sujetos con una cinta, fue llevado de Japón a China. El abanico plegable, tal como lo conocemos hoy en día, fue una modificación de aquel abanico brisé que traían los viajeros.

El abanico occidental más antiguo data del siglo VI y perteneció a la reina Teodolinda, reina de los lombardos. El primero de los abanicos fue un abanico ceremonial, un flabelo, y se conserva en la basílica de San Juan Batista en Monza, cerca de Milán. El abanico de la reina Teodolinda tiene un asa montada en plata con una hoja de vitela morada decorada con oro y plata. Se conserva en su caja original aún intacto. No fue hasta 1857 que la existencia de este abanico fue ampliamente publicitada por un arquitecto victoriano, William Burges.

Evolución del abanico

Con el tiempo, el abanico evolucionó de un accesorio práctico para aventar granos o mover aire caliente para una dama, a convertirse en un símbolo de estatus de la aristocracia y la santidad. Originalmente, solo se usaban materiales naturales como hojas de palma y plumas para hacer abanicos. Pero con el paso del tiempo se utilizó una gran variedad de materiales, incluyendo vitela ornamentada, pergamino, seda, plumas, dorados, pinturas, gemas brillantes y lentejuelas. A mediados del siglo XVI aparecieron en Europa estas atractivas novedades, siendo paulatinamente eclipsado el abanico fijo por el abanico plegable. Debido a la comodidad de llevarlo cuando no se utiliza. Uno podría doblarlo y guardarlo en un estuche delgado, y guardarlo en una bota o manga hasta que lo necesite. El abanico plegable se hizo más popular y ofreció fascinantes posibilidades para el arte en miniatura. La hoja entera se utilizó para la decoración. Los motivos decorativos eran generalmente tomados de tapices, manuscritos, mitología clásica o historia bíblica.

abanicos antiguos

Los abanicos, frecuentemente criticados como extravagancias innecesarias para los ricos, eran accesorios femeninos muy caros en los períodos anteriores. Hubo muchas críticas a los abanicos ya que se había convertido en un símbolo de estatus social. 

Producción de abanicos.

Fans Makers Company se estableció en Londres en 1709, ya que la industria ya contaba con especialistas en fabricación de palos y pintores de abanicos. Esta forma de arte floreció y aumentó su popularidad. A medida que las actividades comerciales se expandieron con East India Company, el mercado de abanicos cambió drásticamente. Debido a que los abanicos estaban más disponibles a través de acuerdos comerciales y de viajes, se los consideraba menos un lujo ocasional y más una necesidad. Cualquier mujer con pretensiones de moda podía permitirse este necesario accesorio, aunque fuera una versión en papel más económica.

Las técnicas de producción en masa satisficieron una demanda cada vez mayor de este accesorio a medida que aumentaba la popularidad de este accesorio en la clase media. A pesar de su apariencia delicada, los abanicos se fabricaron para soportar mucho uso. Muchos abanicos de la aristocracia y la realeza sobreviven a día de hoy y se pueden ver en museos como el Victoria and Albert Museum de Londres o el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

Según un libro de referencia de productos de 1894, los abanicos de papel japoneses tenían un precio de 50 a 75 centavos cada uno en venta al por mayor. El comercio de abanicos japoneses, incluidas todas las importaciones, ascendió a más de 3.000.000 dólares al año. Los abanicos más costosos para uso general estaban hechos de plumas de avestruz y palitos de perlas. Estos abanicos cotizaron a 60 dólares cada uno en el mercado minorista. Debido al aumento de la demanda de avestruz, que también se utilizó mucho en este período para decorar sombreros y prendas.

abanicos vintage

Almacenamiento, mantenimiento y cuidado de abanicos.

Es tentador tratar de reparar uno mismo un abanico dañado, pero es recomendable dejar el trabajo de restauración a los profesionales. Es mejor conservar los restos de seda de papel o cinta en lugar de intentar que se vea mejor reemplazándolos con materiales más nuevos. Si el remache se extrajo o se perdió, se pueden encontrar reemplazos a través de The Fan Circle International. 

Los abanicos deben mantenerse fuera de la luz para conservar su color. La luz, la temperatura y el aire son factores clave en la vida de un abanico. Obviamente, los abanicos y otros textiles deben estar en un ambiente libre de humo. Los abanicos se almacenan mejor en posición plegada, en papel tisú libre de ácido. Si están en exhibición, deben sujetarse adecuadamente y dejar reposar después de 2 o 3 meses. El valor de un abanico se basa en la condición, la edad y la rareza. Como con cualquier coleccionable, cuanto más auténtico es, más valioso es. No sólo monetariamente sino desde una perspectiva histórica. Debido a su utilidad limitada en la actualidad, uno debe comprar solo aquellos abanicos que estén en buenas condiciones o que le parezcan personales debido a su significado sentimental, artístico o histórico.

Partes del abanico.

Los palos, que pueden ser de marfil, hueso, madera, nácar, bambú u otro material adecuado, son la estructura principal del abanico. Los palos exteriores suelen ser más ornamentados o de apariencia más pesada y se les conoce como guardias. La montura u hoja es la cubierta del abanico, que puede ser de varios materiales, como seda, una variedad de telas estampadas o pintadas, u otros materiales, como plumas. La montura es donde se muestra el arte y la creatividad con lentejuelas, bordados o motivos pintados. A menudo hay un cordón con una borla adjunta para que la dama lleve el abanico sobre su brazo cuando no lo está usando.

Idioma del abanico

La coqueta mujer victoriana sería capaz de comunicarse con su novio o aspirante a novio de una manera discreta y silenciosa por el movimiento de su abanico. El significado de este lenguaje silencioso del abanico es el siguiente:

Cerrar el abanico muy despacio significaría: Me casaré contigo.

Presionar el abanico entreabierto contra tus labios significaría: Bésame.

Amenazar con un abanico cerrado significa: No seas imprudente.

Dibujar el abanico en la mejilla significa: te amo

Cubrir la oreja izquierda con un abanico abierto significa: No contar nuestros secretos.

Este lenguaje de señas de fanáticos fue registrado en la Oficina de Patentes de Washington DC. Los abanicos se han utilizado a lo largo del tiempo para comunicar el estado de uno. Ofrecer saludos, señalar una ejecución, refrescarse del calor del día y transmitir mensajes secretos. Su historia ha sido larga y colorida. Afortunadamente para nosotros, muchos de estos fanáticos permanecen con nosotros hoy y no podemos más que preguntarnos cuál ha sido su historia individual.

Te dejamos nuestra colección de abanicos por si eres tan amante de este accesorio como nosotras! Tenemos tanto abanicos antiguos originales del siglo XIX como otros que son reproducciones. 

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Thanksgiving: ¿Cuál es el origen de esta tradición?

thanksgiving

Coincidiendo con el día de Thanksgiving o, Día de Acción de Gracias, hoy venimos a hablaros de esta tradición estadounidense. ¿Dónde y cuándo nació? ¿Cuándo se celebra? ¿Por qué es tan importante para los estadounidenses? ¡Te lo contamos todo en el post de hoy! 

El primer Thanksgiving.

El día de Acción de Gracias es un día festivo en los Estados Unidos. Su origen se remonta al año 1621, cuando los colonos de Plymouth y los nativos americanos de Wampanoag compartieron una fiesta con la cosecha de ese otoño. Squanto fue un nativo americano, miembro de la tribu Pawtuxet que fue secuestrado por un capitán de barco inglés y vendido como esclavo a Inglaterra. Consiguió escapar y regresar a su tierra natal. Cuando llegó enseñó a los nativos, debilitados por la desnutrición y las enfermedades, cómo cultivar maíz, extraer la savia de los arces, pescar en los ríos y evitar las plantas venenosas. En noviembre de 1621, resultó la primera cosecha de maíz exitosa y el gobernador William Bradford organizó una fiesta de celebración, donde se juntaron los colonos de Plymouth y los nativos americanos de Wampanoag.

A día de hoy, esta fiesta es considerada como una de las primeras celebraciones del día de Acción de Gracias en las colonias estadounidenses. Durante los siguientes dos siglos, se siguió celebrando acción de gracias en las colonias y estados de EEUU. 

La evolución del Día de Acción de Gracias.. 

Durante la Revolución Americana, el Congreso designó uno o varios días de Acción de Gracias al año. No fue hasta 1789 que George Washington emitió la primera proclamación de Acción de Gracias del gobierno nacional de los Estados Unidos; en él, exhortó a los estadounidenses a expresar su gratitud por la feliz conclusión de la guerra de independencia del país y la exitosa ratificación de la Constitución de Estados Unidos.

En 1817, Nueva York se convirtió en el primero de varios estados que adoptaron oficialmente un día festivo anual de Thanksgiving. El norte de EEUU lo celebraba en diferentes días. Y en el sur, aún no estaba muy familiarizada esta tradición. 

En 1863, en medio de la Guerra Civil de los Estados Unidos, el presidente de aquel momento, Abraham Lincoln, proclamó el Thanksgiving nacional y se empezaría a celebrar cada noviembre. Concretamente, el último jueves de noviembre. Fue gracias a Sarah Josepha Hale, una escritora que estuvo durante más de 30 años publicando numerosas editoriales y cartas a personajes importantes de la política del momento para conseguir establecer el Día de Acción de Gracias como fiesta nacional. De ahí que a día de hoy se la conozca como “Mother of Thanksgiving” o “Madre de Acción de Gracias”. 

Las tradiciones de Acción de Gracias, 

La tradición de Thanksgiving, como ya hemos hablado antes, tuvo un origen más bien religioso. De agradecimiento a las cosechas y la comida. A día de hoy, en la mayoría de hogares ha perdido este significado religioso. Y, en cambio, se centra más en cocinar y compartir comida abundante y deliciosa con familiares y amigos. 

El alimento básico de la cena de Acción de Gracias es el pavo asado. Convirtiéndose, además, en el icono de la fiesta. Junto con el pavo, que puede cocinarse asado, horneado o frito, también son tradición el puré de patata, la salsa de arándanos y el pastel de calabaza. 

En algunas ciudades se organizan eventos para los más desfavorecidos. Así como desfiles con bandas de música, artistas etc. 

Vintage by Lopez-Linares

Ahora que conocéis un poco más sobre la tradición de Thanksgiving. ¿Qué opinais vosotros de ella? ¿Os gusta? Yo, personalmente, tuve la oportunidad de vivir un Día de Acción de Gracias en EEUU. Cuando vivía en San Francisco, mi amiga americana me invitó a su casa a celebrarlo con toda su familia. Y la verdad, me encantó poder compartir una fiesta tan importante para su cultura. La mesa estaba decorada preciosa, con cartelitos de pollitos con nuestros nombres, flores secas muy otoñales… Y por supuesto, la comida estaba espectacular. Y más para una amante del puré de patata como yo.¡Aquí os dejo una foto del menu!

Bibliografia

https://www.history.com/

 

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Panadería Forcall: un horno funcionando desde el S.XIII

fotos de panadería forcall

El Forn de la Vila de Forcall. Un horno de panadería desde el siglo XIII

La segunda sorpresa que me deparaba mi matutino paseo por Forcall era el descubrimiento del horno de pan en funcionamiento más antiguo de Europa.

En una estrecha callejuela, muy cerquita de la plaza, vi una fachada sobre la que lucía una placa informativa, que fue lo primero que fotografié: “Forn de la Vila”. Esta panadería ha venido realizando sus panes y dulces de manera artesanal desde 1246… Me pareció algo admirable y sorprendente.

fotos de panadería la moronda forcall

Sin pensarlo dos veces, a los dos segundos me encontraba dentro charlando con Margarita, que muy sonriente me contó cómo no hace muchos años Sanidad les obligó a separar el horno del despacho de pan, que durante siglos habían compartido espacio, decidiendo en ese momento colocar una gran vidriera que permitiera al visitante seguir disfrutando de la vista de los viejos hornos, de las mesas de elaboración y de las bandejas llenas de dulces y panes listos para hornear.

panaderia forcall

Al otro lado de la vidriera, el pequeño despacho plagado de exquisitos dulces típicos de la zona, de los que no había oído hablar nunca.

Los “Almendrados”: pequeños pastelitos de color rosado de merengue, azúcar y almendra. Tan solo unos minutos antes había fotografiado a Margarita metiendo en su antiguo horno una de sus bandejas repletas de este dulce. Me recomendó que volviera a la tarde para probarlos ya fríos, pero al final, entre unas cosas y otras, cuando quise volver Margarita ya había cerrado y me quedé con las ganas de probarlos.

En una gran vitrina, justo nada más entrar, Margarita expone sus diferente dulces: las “Coquetas”, ella las hace de confitura de calabaza; los “Rolletes”: pequeñas rosquillas con un poquito de aguardiente, que le dan un sabor muy especial; los “Carquiñols”: pequeñas porciones de panecillo de almendra muy tostadito, es un dulce que me cuenta Margarita se conserva muy bien durante bastante tiempo. Detrás, su variedad de panes tradicionales: candeal, de leña y el típico pan de bollo de la zona realizado con 1 kg. de masa y aceite.

panaderia antigua

horno antiguo

Salí de allí como enloquecida con tanto dulce y contenta por haber descubierto este pequeño paraíso de la repostería de la Comarca del Maestrazgo, que lleva elaborando productos artesanales desde 1246… Ocho siglos, que se dice pronto.

Margarita fue muy amable, no solamente dejándome hacer alguna foto dentro del horno sino que posó complacida para mí con una enorme sonrisa.

Las fotos no son de una gran calidad, ya que el horno no disponía de mucha luz y no quise disparar con el flash. Dentro de mis conocimientos y recursos hice lo que pude.

Si alguna vez pasáis por la Comarca del Maestrazgo no dudéis en pasaros por Forcall y hacerle una visita a Margarita y a su despacho de dulces y pan. Merece la pena. Es como un pequeño museo del pan y una joya de horno de panadería, inalterable desde el siglo XIII, que me deparó una de las grandes sorpresas de esta viaje.

Forn de la Vila

C/ El Forn, 4

Forcall (Castelló)

964171020

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El camafeo de Mrs. del Alisal

Siempre me llamaron la atención esas caritas asomando su relieve sobre una concha de carey marrón clarito. Pero no fue hasta que me casé y mi suegra me regaló un increíble juego de pendientes y broche, perteneciente a su familia desde 1860, cuando pude realmente apreciar en mi mano la belleza de estas piezas. Este juego había pasado por más de cinco generaciones de mujeres, y ahora llegaba a mis manos ante mi sorpresa y emoción.

¡Me resultaba tan curioso que las caritas de los pendientes se miraran la una a la otra! Me preguntaba cuál sería su origen o cómo era posible que una técnica tan antigua siguiera llamando la atención de tantas mujeres a lo largo de la historia. (A mí personalmente me entusiasman).

¿Os habéis preguntado en alguna ocasión dónde aparecieron los camafeos por  primera vez o cómo están realizados? Estas son algunas de las preguntas que yo me hice cuando tuve esos pendientes en mi mano.

Un camafeo, según el diccionario, es, sencillamente, “un relieve obtenido de una piedra preciosa”. Pero para mí es mucho más que eso. Es increíble pensar que el procedimiento con que se fabrican ya era utilizado por los antiguos griegos que, a su vez, lo habían tomado de los persas durante las incursiones realizadas por sus ejércitos comandados por Alejandro Magno.

La técnica, posteriormente, llegó hasta los romanos, los cuales la utilizaron para decoración y joyería. Claro que, encontrar una pieza de esta época es muy raro, pues sólo aparecen en subastas muy especializadas. Sabemos que  por entonces, era frecuente que los nobles llevaran anillos con camafeos, realizados en esmeraldas y rubíes de un tamaño no muy grande. Y también tenemos constancia de que los emperadores romanos los usaban frecuentemente como insignias en su ropaje. ¿Os imagináis a Octavio Augusto, con su toga imperial, luciendo un camafeo de ágata…?¡Increíble!, ¿verdad?

A finales del S. II d. C., esta moda desapareció y pasaron muchos años hasta que esta técnica volvió a relucir en el Renacimiento italiano de la mano de los grandes coleccionistas de la época, como Lorenzo De Medici. Su influencia llegó hasta la corte francesa, donde Francisco I lució en numerosas ocasiones piezas de este tipo. Y por supuesto, a Inglaterra, donde Enrique VIII, en su pasión por este tipo de joyas, creó su propio taller para su realización. Durante este período fue frecuente que se buscaran piezas antiguas de época romana y se trasformaran para convertirlas en joyas más a la moda del momento. Al estar las piezas romanas montadas sobre bases de oro muy sencillas, se solían desmontar para volver a utilizarlas en broches más grandes, montados sobre bases de oro con piedras preciosas y, con ellas, decorar capas de terciopelo, sombreros, o lucir en el escote de alguna gran dama de la corte.

A raíz del descubrimiento de América, entraron en Europa gran cantidad de materiales más exóticos para la realización de dichas piezas, como colmillos, jade, ámbar o caparazones gigantes. Pero el descubrimiento más importante para esta industria, fue el de la concha Cassis tuberosa. Estas  conchas eran muy adecuadas para este trabajo, ya que se componían de capas de distintas tonalidades de color, lo que permitía dar a los relieves una profundidad y trasparencia desconocidas hasta el momento. La técnica se desarrolló en Italia, concretamente en Sicilia, pero de ahí pasó rápidamente a la zona de Nápoles, extendiéndose pronto al resto del país. En pocos años, muchos artistas italianos comenzaron a trabajar en Francia e Inglaterra, difundiéndose rápidamente esta práctica por toda Europa, durante los siglos XVI y XVII.

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En la época napoleónica, los camafeos, principalmente, se decoraban con  elementos neoclásicos, siendo muy frecuente que mostraran temas mitológicos, o representaran a filósofos, a emperadores, o a nobles y personajes del clero de la época romana. Los marcos de alrededor, normalmente de oro, eran de una finura de ejecución y detalle excepcionales, conocidos como roman seal setting. Estos camafeos eran frecuentemente montados como pulseras, con 3 ó 4 colgantitos, y eran conocidos como esclavas.

La fama de los camafeos se extendió hasta las clases sociales más populares, gracias a que la “concha” era un material mucho más barato que los utilizados hasta ese momento, lo que popularizó su uso y producción, limitando el privilegio de llevar los camafeos de piedras preciosas a la alta sociedad.

De esta época es una de las tiaras para mí más bellas de la realeza europea: “La tiara de Josefina Bonaparte”, la cual, hace muy poco, hemos podido ver lucir a la princesa Victoria de Suecia el día de su boda. Una pieza espectacular, con pendientes a juego, y que ella lució con una sencillez y elegancia asombrosas.

Y así llegamos hasta el S. XIX, época a la que pertenece el juego que me regalaron a mí. De esta época es de la que más constancia y herencia nos han quedado, ya que proliferaron numerosos talleres, tanto en Italia, como en Francia e Inglaterra, para la realización de camafeos en “concha”. Aunque también se utilizaron materiales como el ónix, lapislázuli, coral, ágata o marfil. Estos en menor medida ya que eran más caros.

Durante el primer victoriano y la época romántica, se hicieron muy famosos los camafeos de Minerva, Medusa y Bacchante.

Entre 1860 y 1880, los artesanos italianos montaron bold hardstone (camafeos al oro amarillo con marcos decorados ), en los que los motivos volvieron a ser extremadamente clásicos, rayando en lo erótico.

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Durante el S. XX, proliferaron los camafeos de pasta y cristal. También fue muy corriente en esta época la realización de camafeos en oro bajo, de 9 kilates, o en plata con marquesitas.

Nosotras, en la tienda, nos hemos centrado en las reproducciones de plata dorada. Así os resultará más sencillo encontrar unos pendientes o un anillo inspirados en los montajes romanos. O quizás un broche de plata dorada a juego con sus pendientes, en el más puro estilo Renacimiento.

Me encantan los collares de encaje con camafeos y perlas de estilo Victoriano. Siendo ésta otra de las líneas en las que nos hemos especializado.

En las fotos que ilustran este artículo, podéis apreciar con más detalle algunas de las piezas que tenemos en este momento en la tienda.

Yo tengo la suerte de poder lucir, en momentos especiales, esos pendientes con broche que me regalara mi querida suegra, y que también podéis ver en una de las fotos que os adjunto.

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¿Y qué opináis vosotras? ¿Os gustan los camafeos?

¿Os imagináis como Ana Bolena, luciendo unos pendientes en ese estilo?

¿O tal vez os inclináis más por el terciopelo y los encajes de la época de la Reina Victoria de Inglaterra?